Las paradas del transporte público, al menos, buena parte de las estructuras que se observan en la ciudad, se encuentran en mal estado. Basta dar un recorrido por el municipio Iribarren, en las zonas más emblemáticas, para notar el abandono de los lugares establecidos porla Autoridad Metropolitanade Transporte y Tránsito (AMTT) para esperar el autobús.
Si bien existe un mal comportamiento por aquellas personas que ocasionan destrozos en dichas estructuras, es evidente además la falta de atención oficial. Años y años pasan las paradas en condiciones realmente deplorables; la que está ubicada en el parque Obelisco, en el oeste, demolida por un carro que perdió el control, aún está en ruinas.
A lo largo del corredor vial de la avenida Libertador, de igual forma, existen rastros de la falta de mantenimiento y/o chequeos dela AMTT. Esimportante que los usuarios cuenten con una estructura en buen estado que los proteja del sol o de las lluvias, así lo ratifican los barquisimetanos.
Sin respeto
Por otra parte, resultan preocupantes las paradas “improvisadas” creadas por conductores del transpor público o, en su defecto, por los mismos usuarios a fin de detener la marcha del vehículo donde y cuando quieren, generando una total anarquía alrededor.
Se trata de una irregularidad que ocurre con mucha frecuencia en el centro de la ciudad, así como en las avenidas Florencio Jiménez, en el oeste y la intercomunal Barquisimeto-Duaca, al norte de Barquisimeto.
¿Las consecuencias? El irrespeto hacia quienes sí cumplen con las normativas de tránsito, además de las incomunidades que se generan hacia los usuarios que esperan largas horas para subirse a una buseta o “rapidito”. El taxista compite con sus compañeros de la ruta, va a exceso de velocidad, dejándome donde quiere y no donde yo pedí quedarme, en la parada cercana a mi trabajo”, dijo la ciudadana Karla Álvarez.
En este sentido, proponen que los operativos organizados por el AMTT sean más efectivos en las zonas de mayor movilización vehicular, a fin de revisar no sólo las condiciones de los vehículos, sino también para conocer las opiniones de los pasajeros.
Por otro lado, proponen demacar nuevamente los rayados amarillos y rojos, en pro de educar mejor a los conductores y evitar caos, sobre todo, en horas “picos” cuando hay más personas en las calles y todos buscan un buen lugar para estacionarse.
Educar tanto al conductor como a los usuarios no es tarea fácil, agregó el pasajero Eduar Páez, no obstante, reforzar las señalizaciones para la comprensión de las normas de tránsito, ayudaría en gran parte a obtener una sociedad mejor formada en cuanto a sus desplazamientos en la ciudad.
Fotos: Jairo Nieto