La quebrada Bachaquero, que se desprende del piedemonte de Terepaima, no ha recibido hasta el presente ninguna atención de la Alcaldía de Palavecino a pesar de las inundaciones del pasado 4 de diciembre de 2011, cuando un torrencial aguacero, desbordado de las quebradas El Tomo, Tabure, La Mata y Bachaquero, inundó varios sectores del municipio.
En conferencia de prensa, el ingeniero Manuel Cols Briceño, ex presidente de Fudeco, acompañado de Vicente Monascal, técnico y experto en planificación, destacaron que dos casos emblemáticos son las crecidas de El Tomo y Bachaquero que inundaron las urbanizaciones Santa Cecilia y La Caracola con importantes daños y afectaciones.
Obstrucciones en cauces
Por su parte, Cols indicó que los cauces de estos afluentes naturales han sido bloqueados con alambradas, cercas de bloques o rellenos de particulares, al margen de la inexistencia de inspecciones periódicas tanto de la Alcaldía de Palavecino como del Ministerio del Ambiente.
Detalló que son numerosos los sitios en Palavecino, donde se observan viviendas construidas en los cauces, “aparte de los desarrollos habitacionales erigidos en el eje de los cauces”.
Bachaquero en el olvido
A juicio de Cols y Monascal, la Quebrada Bachaquero, que es tributaria de La Mata, fue bloqueada en varios puntos de su curso, en donde vecinos rellenaron su cauce.
-Ese 4 de diciembre, las aguas se presentaron y luego reventaron paredes buscando salida por un antiguo cauce donde ahora están apostadas Nueva Esperanza y La Caracola, subrayaron.
A pesar que la alcaldía trató de reconstruir el canal en tierra de la Quebrada Bachaquero, aún se observan paredes de bloque y cercas de particulares en su lecho, lo cual constituye potenciales tapones con impactos impredecibles.
Para Cols, no se conoce a ciencia cierta cuál es la situación del cauce de las quebradas en el piedemonte, cerca de la montaña, en donde se podría acumular gran cantidad de sedimentos y agua.
-A cuatro meses de los siniestros de diciembre, no hay ninguna acción efectiva por parte de la alcaldía y Ambiente, al tiempo que las quebradas siguen acechando los barrios de Palavecino, finalizó.
