Un total de 1.075 protestas en mayo de 2020, equivalente a un promedio de 36 diarias, registró el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), de acuerdo con la información dada a conocer este viernes a los medios de comunicación-
Destaca, que las exigencias de Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (Desca) continuaron siendo las principales demandas de los venezolanos. En total, se documentaron 997 protestas vinculadas al colapso de servicios básicos, reivindicaciones laborales, alimentación y salud.
El control en la circulación ciudadana, medidas de distanciamiento social y confinamiento obligatorio no impidieron que los venezolanos expresaran enérgicamente su rechazo a la vulneración de sus derechos de manera pacífica.
Desde el punto de vista de las protestas por ubicación geográfica, el estado Táchira (158) se ubicó en el primer lugar en el índice de protestas, por segundo mes consecutivo, seguido por Trujillo (133), Distrito Capital (124), Miranda (105) y Falcón (74).
Durante el período de cuarentena, diferentes países anunciaron medidas de protección económica ciudadana y de acceso a los servicios básicos que permitan a las familias mantenerse en casa, sin riesgo a contagiarse por el COVID-19. Por el contrario, en Venezuela, las personas deben salir a exigir a diario servicios básicos, como agua, luz y gas.
En mayo se documentaron 1.047 exigencias relacionadas con el colapso de servicios básicos: electricidad (501), agua potable (396) y gas doméstico (150).
Asimismo, se documentaron 176 protestas por falta de gasolina nivel nacional, en rechazo a las largas colas, extorsiones y denuncias de abuso de poder por parte de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que custodia las estaciones de servicio en todo el territorio.
Las protestas laborales (136 casos) y derecho a la alimentación (87 casos) ocuparon el segundo y tercer lugar de protestas, respectivamente.
Destaca el OVCS que los venezolanos aspiran y exigen vivir dignamente. El cambio en la política del país debe imponerse de manera transparente y justa, apegado a los estándares internacionales y democráticos; aún se hace imprescindible atender con urgencia a la población necesitada.