Más de 47 pájaros se ahogaron después de que fueron arrojados al mar por sus captores que intentaron evadir la captura de la Guardia Costera en Cedros, Trinidad y Tobago, el miércoles en la mañana.
Cuando los oficiales de la Guardia Costera sacaron las cestas de mimbre con los pájaros, la mayoría estaban muertos y los otros murieron poco después. Entre las aves afectadas estaban 20 guacamayos, 22 caiques y cinco loros de alas anaranjadas.
También se arrojó una caja de cartón con varios camachuelos, pero sus cadáveres flotaron en el mar antes de que pudieran ser recuperados.
La información inicial fue que algunos monos también fueron rescatados, pero la Guardia Costera desmintió este reporte.
Se cree que las aves fueron introducidas de contrabando desde Venezuela para ser vendidas en el mercado negro.
Según un informe, alrededor de las seis de la mañana, el barco de la Guardia Costera estaba patrullando cuando se vio una piragua.
Los miembros de la tripulación comenzaron a lanzar las cestas de mimbre y la caja de cartón por la borda mientras el barco de la Guardia Costera perseguía e interceptaba la piragua. Los oficiales luego sacaron las canastas.
Los hombres, que residen en Cedros, y las aves fueron llevadas a la estación de policía de Cedros, donde se contactó a la División Forestal.
Sin embargo, se cree que los hombres vinieron de Venezuela, y de acuerdo con los protocolos Covid-19 habrían tenido que hacerse la prueba del virus antes de que pudieran ser detenidos en la estación.
Es probable que sean acusados de más de 47 cargos de posesión de animales protegidos sin un permiso. Esos delitos conllevan una multa máxima de 10 mil dólares.