Las unidades de transporte urbano durante la pandemia del coronavirus son prácticamente escasas y el dinero en efectivo tampoco se consigue. Ante esto, barquisimetanos que trabajan o realizan diferentes diligencias deben pedir colas o caminar kilómetros para poder trasladarse de un punto a otro.
Las entidades bancarias cesaron sus operaciones tras decretarse cuarentena social en todo el territorio el pasado 17 de marzo; sin embargo, el transporte se mantuvo medianamente en funcionamiento pero muchos no pudieron darle uso puesto que no contaban con billetes para cancelar el pasaje y la espera en las paradas era interminable.
“El efectivo ha estado rudo, en los cajeros no se consigue nada porque los cajeros están cerrados y el efectivo que se encuentra es pagando porcentaje. Dependiendo del local, un 20 o 30 por ciento”, dijo a Elimpulso.com el ciudadano Joe Pérez.
El consultado, quien detalló que vive “hacia la zona de Carora”, confesó que siempre debe “pedir cola” para asistir cada sábado a su jornada laboral. “Me ha tocado caminar bastante, de 30 a 35 cuadras”, expresó.
Por otra parte, el señor Víctor Hernández afirmó que el transporte público en Barquisimeto “es deficiente”. Señaló que los Transbarca “no están prestando un servicio adecuado” y alega que se debe a que carecen de unidades para atender la demanda.
“Hacen falta más unidades de transporte y según lo que se ve en la televisión, creo que hay suficientes”, dijo Hernández.
Transporte urbano no labora a su máxima capacidad
Según transportistas, sólo los autobuses que funcionan a gasoil fueron los habilitados por la Gobernación de Lara para laborar durante el confinamiento por COVID-19, y además, indicaron que el combustible está siendo subsidiado.
Aunado a esto, aseguraron que están ejecutando las medidas sanitarias para cumplir con el protocolo exigido por las autoridades y la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el fin de evitar la propagación del virus.