Desde que el mundo es global no existe en la tierra lugar de dominio exclusivo de un solo país como tradicionalmente ocurría antes, producto del reparto imperialista entre las grandes potencias.
Así América Latina afronta hoy el peligro delos planes expansionistas de las dictaduras de Irán, China y Rusia en los cuales Venezuela es un enclave muy significativo a manera de punta de lanza junto a Cuba.
A esos tiranos el desgobierno venezolano los ha hecho sus aliados en una variedad de órdenes, entre estos el militar, para enquistarse en el poder con su devastador proyecto del socialismo del siglo XXI.
En esos planes hegemonistas el nuevo protagonista es la atrasada teocracia de Irán interesada en expandir sus actividades terroristas,cuyo blanco principal es EEUU. Más allá de la colaboración en el área petrolera también desarrollan actividades con miras a extender su influencia ideológica y militar en el continente americano. En consecuencia, el régimen madurista les cayó del cielo para su materialización.
Entre tanto las dictaduras neocomunistas de China y Rusia prosiguen en sus acciones por controlar la región de América Latina históricamente un territorio de predominio norteamericano. Lo peligroso de esos propósitos chino-rusos es su dimensión de supremacía total en que Venezuela juega un papel clave.
Planes favorecidos por la crisis sanitaria mundial de la pandemia de coronavirus que ha golpeado duramente la economía de las potencias capitalistas. Sus economías sufren el descalabro y tardarán tiempo en recuperarse, lo cual beneficia los maléficos planes de Irán, China y Rusia.Por esa causa circula la especie de que el coronavirus forma parte de la guerra bioquímica fraguada por los chinos para enfrentar a EEUU.
Estos lamentables acontecimientos se registran en el patio trasero de EEUU los cuales desafían su hegemonía en la región latinoamericana. Pues desde hace cuatro años asistimos a las reiteradas amenazas contra el régimen estalinista de Venezuela de que todas las opciones están sobre la mesa. El climax de la situación ha llegado a la gravísima acusación contra Nicolás Maduro de narcotraficante equivalente a una orden de captura.
En cuanto al arribo de los buques tanqueros iraníes a Venezuela se han vuelto a sembrar demasiadas expectativas sobre una intervención de EEUU para impedirlo. Otra vez lo que hemos presenciado es el típico ruido de sables y mostrar la cacha del revólver. Al menos que el mensaje a los iraníes sea “te espero en la bajadita”. O simplemente EEUU no se va a lanzar a una guerra con Irán por Venezuela. Recordemos que en 1919 tampoco lo hizo por el conflicto de la refinería de ese país.
A todas éstas, el más neófito en política internacional tal vez se pregunte: dónde está la decidida voluntad de EEUU para frenar los planes de supremacía global de Irán, China y Rusia.
Freddy Torrealba Z