¿Cuántas veces has sentido ganas de comerte unas papitas, justo media hora antes de ir a comer? ¿Cuántos dulces guardas en tu bolsa o en el cajón de tu oficina, por si acaso?
Regular esos deseos “incontrolables” por comer muchas veces se traducen en sobrepeso y riesgos para la salud.
Según el estudio, presentamos a continuación las cinco razones por las que las personas comen en exceso:
1. La impulsividad
Comer sin darse cuenta. Normalmente se trata de personas que aman la vida, la diversión y son optimistas. Un dato importante es que no dedican demasiada atención al hecho de comer y siempre están haciendo algo más aparte de comer: hablando por teléfono o viendo la televisión. Siempre tienen prisa y no se acuerdan de lo que han comido. No son exigentes con la comida
2. El hedonismo
Comer por placer. Para estos individuos la búsqueda del placer se extiende a la comida. Por eso comen despacio y disfrutan de la experiencia de comer, observando el sabor, el aroma, y la textura del alimento. Prefieren la calidad antes que la cantidad y no comen nada que no sea sabroso
3. La reducción de estrés
Comer para calmarse. Son personas nerviosas, comen de prisa y les cuesta relajarse. Pero su energía para conseguir objetivos también les conduce a comer en exceso para calmarse. Comen delante del refrigerador y lo hacen más a medida que aumenta su estrés
4. La evasión
Escapar de los problemas con la comida. Son gente cálida, compasiva y sensible a los problemas ajenos. Aunque ayudan siempre a los demás, les cuesta resolver sus propios problemas y no los afrontan ni saben resolverlos con eficacia; tratan de eludirlos con la comida. Comen más a medida que los problemas se complican
5. La búsqueda de energía
Comer para activarse. Son gente inteligente y profunda. Toman las cosas con seriedad y son perfeccionistas que a menudo están insatisfechos con lo que hacen. Con frecuencia se aburren, están cansados o tristes. Cuando tienen estos sentimientos, utilizan la comida para buscar la armonía. Planean lo que van a comer y se deprimen después de hacerlo. La comida es su mejor amiga.