Habitantes de Crespo enfurecieron

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Desde las cuatro de la mañana, cientos de personas, hombres y mujeres, salieron a las calles que son los principales accesos a Duaca, en el municipio Crespo, al norte del estado Lara, en señal de protesta por la falta del suministro de agua potable desde hace 20 días.

Residentes de las comunidades aledañas tomaron lo que encontraron en sus alrededores y con palos, cauchos y chatarra, obstruyeron el tráfico en dos sectores, en El Eneal en la carretera que conecta con la capital larense, y en la vía a Licua, que lleva a la población de Aroa.

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En ambos lugares, los pobladores atravesaron los objetos a lo ancho de la calle para impedir el tráfico de todo aquel que transitaba la zona.

Heidi Arrieche, habita el sector de Pueblo Nuevo este, en la capital del municipio Crespo, y explicó que, aunque desde hace 20 días no cuentan con el servicio de agua potable, la situación irregular se produjo en septiembre del 2011, “el 9 de noviembre del mismo año hicimos una protesta porque no contábamos con agua y la situación ya se había declarado como estado de emergencia”, dijo, “sin embargo, (pese a la condición) no arreglaron nada”.

Ella fue una de las personas más activas en la tranca que se produjo la mañana de ayer, donde varios vecinos gritaban y hacían ademanes como forma de expresar la molestia sentida por el paso del tiempo sin contar con el servicio vital.
Quienes llevaron adelante las acciones de protesta culpan a Hidrolara y a diferentes ingenieros de dicha empresa por no haber resuelto el problema “de forma inmediata”.

“Los ingenieros de Hidrolara y el secretario de Gobierno han venido a la comunidad las veces anteriores que hemos protestado y sólo dicen mentiras porque no nos resuelven nada”, dijo Arriechi.

Esa condición, obligó a los habitantes de este sector a comprar agua potable por botellón, además de contratar cisternas para poder suministrar el agua hasta sus hogares, “cada cisterna nos cobra entre 300 ó 400 bolívares, y 70 por cada tobo que queramos llenar”, explicó Arriechi.

Mientras quienes protestaban cerraban el paso a la mayoría de los usuarios, y se lo permitían a algunos mototaxis y unidades de emergencia, otras personas esperaban pacientemente en la cola formada por el colapso de la situación. Tal es el caso de Martín Suárez, comerciante que traslada su mercancía a la zona norte desde hace 20 años, “tengo esperando desde las 5 a.m.”, dijo cuando habían pasado 20 minutos pasadas las 10 de la mañana, “sólo nos queda bajarnos de las unidades y echar cuento con los otros afectados”.

En las mismas condiciones, se encontraba la vía a Licua, que conduce hasta la población de Aroa, en el estado Yaracuy, donde cientos de carros estaban en cola por la actuación de habitantes de los diferentes sectores afectados.

Acalorada discusión

En el segundo punto de tranca, en la vía a Licua, conductores que llevaban esperando en la cola durante toda la mañana trataron de llegar a un acuerdo con los protestantes para que permitieran el paso de los conductores que llevaban desde horas de la mañana a la espera.

La situación derivó en una acalorada discusión donde ambos bandos, con los escombros de por medio, exponían sus derechos, unos a favor y otros en contra de la protesta.

Allí se escuchaban quejas por parte de los conductores quienes pedían consideración por el tiempo que llevaban esperando en cola, mientras que los protestante explicaban la situación de escasez de agua que mantiene la zona.

Con la presencia policial en el sitio, como testigos de lujo, algunos conductores decidieron despejar la vía mediante la fuerza mientras otros aceleraban sus vehículos antes de que los pobladores atravesaran nuevamente los escombros.

Afortunadamente, la situación no llegó a mayores, el forcejeo se mantuvo durante varios minutos hasta que los pobladores desistieron de sus intenciones de obstaculizar la vía por lo que esta quedó despejada en ambos sentidos.

Actuación policial
Entretanto, algunos efectivos de la Guardia Nacional, así como de la Policía del estado Lara, permanecían en las inmediaciones de los lugares donde se desarrollaron las protestas, sin mayor acción que la de una posible mediación entre los manifestantes y los conductores afectados por la tranca.

El comisario de PoliLara en Duaca, Alexander González, indicó que la actuación del cuerpo que representa en estos casos es resguardar la integridad de todos los que se encuentren en el sitio a la espera de los representantes de los organismos a los cuales se le exige su presencia, en este caso a los representante de la hidrológica del estado Lara.

Es culpa de Corpoelec

Por su parte, Rafael Pulido, prefecto del municipio Crespo, indicó que el problema del agua existe, pero eximió de responsabilidad a Hidrolara en el caso, “el año pasado la empresa hidrológica asumió dos responsabilidades, la reconstrucción del pozo 11, y el sistema de rebombeo del Danubio”, dijo, “esas obras ya se culminaron, y se invirtieron 3 millones de bolívares”, explicó.

Pulido explicó que “en los tres últimos meses se nos han quemados dos bombas por fallas eléctricas en la zona, eso no es culpa de Hidrolara, es culpa de Corpoelec”, enfatizó.

Según la autoridad del municipio, los apagones constantes que se producen en la parte norte provocan la falla en el suministro de agua, lo que afecta a las comunidades y provoca su molestia.

Pulido explicó que, Hidrolara envía cisternas a la zona para apalear la escasez en el servicio y estos no deben ser cancelados por la comunidad, “son totalmente gratuito, quienes cobran son particulares que se aprovechan de la situación”, indicó.

Para finalizar, el prefecto de Crespo explicó que se espera un comodato por parte de la alcaldía para poder usar un tanque que permita suministrar de agua a 10 mil familias en la ciudad.

“Con el comodato que nos facilite la Alcaldía de Crespo, podremos contar con el motor y el tanque para suministrar agua a la población”, dijo Rafael Pulido.

Hidrolara se comprometió 

Luego de varias horas, personal responsable de la empresa Hidrolara se presentó al lugar para tratar de solventar la situación. “Ellos (ingenieros de Hidrolara) se comprometieron a reparar la bomba antes del domingo (30 de diciembre)”, dijo Jorge Majano, habitante del Pueblo Nuevo este.

Sin embargo, el llenado del pozo dura 3 días y, mientras tanto, habitantes recibirán agua por cisternas en rutas programadas por la empresa y comunidad.

Fotos: Jairo Nieto

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