Fedecámaras expresó su sorpresa, porque cuando esperaba que el Gobierno anunciara una flexibilización del confinamiento, como lo habían solicitado distintos organismos gremiales de la empresa privada, despues de dos meses de cuarentena, lo que anuncia es una tercera prorroga por 30 días más, lo cual va a generar “estragos en diversos sectores”.
Carlos Fernández, primer vicepresidente de Fedecamaras, recordó que la situación se torna verdaderamente complicada, sobre todo para aquellas familias que dependen de sus actividades informales y trabajan por su cuenta y riesgo y están viendo limitado su poder adquisitivo y sus medios de vida.
“Es difícil imaginar que una familia venezolana pueda estar más de dos meses sin generar ingresos y sin tener ninguna actividad económica, así como también aquellos sectores prioritarios que no han podido generar ingresos en estos dos meses”.
Recordó que estamos en una economía que depende en gran medida de los encadenamientos productivo, aquí no existen sectores autarquicos, sino que se requiere de la participación de diversas actividades para impulsar la producción del aparato productivo como un todo.
Señaló que durante estos dos meses pasados, algunos sectores prioritarios han estado trabajando, respetando todos los protocolos de seguridad y resguardando la seguridad de sus trabajadores sin que se haya presentado ningún tipo de problemas.
“De allí que me parece que no es adecuado para la realidad socioeconómica y para las experiencias que hemos tenido en el tratamiento de la pandemia durante estos dos meses”, señaló el dirigente empresarial.
Recuerda que toda operación comercial, industrial o productiva en general generan toda una especie de obligaciones, que se tienen que mantener, independientemente de que se opere o no, como salarios, alquileres, patentes, pago de servicios, indicando que si se suspende la capacidad de ingresos se está poniendo a estas actividades en una posición de regresión, porque no va a tener el dinero para cumplir con esas obligaciones que tienes pendientes, a lo mejor no van a poder reponer la materia prima que necesitas para reponer lo que vendiste, y como no has tenido actividad los recursos que pudieras tener lo utilizaste para atender los gastos durante el tiempo que estuviste parado no mejora el escenario.
Recuerda que venimos de seis años de recesión de la economía, de caída del Producto Interno Bruto, recordando que al 31 de diciembre de este año, la economía venezolana representaba apenas 1/3 de lo era para el 31 de diciembre de 2013 y muchas empresas ya venían con unas situaciones sumamente complejas, indicando que una de las cosas que se esta presentando en muchas actividades, es que en un mercado mucho más pequeño que va a quedar luego de pandemia, tal vez para muchas actividades, el costo de salida es mucho menos riesgoso desde el punto de vista económico que el costo de continuar.
En torno a las perspectivas del FMI de una caída del 15% del PIB para finales de año, esto significa que vamos a tener una economía de alrededor de los US$ 60.000 millones, después de ser una economía de US$ 320.000 millones y esto se traduce en que el ingreso percapita del venezolano que llegó a ser de alrededor de 10.000 $/año hoy se ubica en alrededor de unos 2.000 $/año, advirtiendo que hay que imaginarse el impacto en la dimensión social esta reducción tan brutal del ingreso del venezolano.
Como ejemplos recordó que el consumo de carne que era antes de la revolución de 24 kilos per capita al año, en estos momentos está por debajo de 7 kilos; mientras que el consumo de pollo que superaba 27 kilos per cápita al año, en estos momentos está por debajo de los 10 kilos año por persona.
Recordó que la mayoría de los países del mundo, teniendo una cuarentena como la nuestra, esta acción ha venido acompañada de estímulos económicos, de programas expansivos para facilitar la oferta y seguir generando demanda, para evitar que la caída de su economía sea mucho más drástica, ratificando que en Venezuela no existe ningún programa de apoyo a la economía, porque tal vez se está viendo solamente el impacto económico, sin dimensionar el impacto social que esto tiene, afirmando que los planes de estos países no son para sostener a las empresas, sino a los empleos que estas generan y mantener una dinámica social positiva-, señaló Fernández en el circuito FM-Center.