El ambiente en la avenida 20, dejó de ser solitario para llenarse de las personas que ahora buscan los estrenos y demás pendientes para el Fin de Año. Los comercios abrieron sus puertas muy temprano y, casi de inmediato, comenzó a acercarse la clientela.
Los propietarios de los locales, a rasgos generales, mostraron su satisfacción por las ganancias que les deja el 2012. Pese a los aprietos económicos de algunas familias, las tiendas permanecen abarrotadas para esta época navideña.
Las tiendas más visitadas son las de ropa y calzado; accesorios y negocios de ropa interior pasan al segundo lugar.
Ofertas? Lo normal, sin embargo, la premura por ponerse algo nuevo la noche del 31 de diciembre es más importante que encontrar algo económico. Ayer, tanto comerciantes legalmente establecidos como buhoneros, vendieron buena parte de las mercancías.
De hecho, a los vendedores informales en nada los afectó el Plan 20 organizado por la Alcaldía de Iribarren y no los afectó porque en las transversales recibieron igualmente a los clientes de siempre.
Hasta el 31 de diciembre
Y tanta fue la insistencia de la economía informal que consiguieron el permiso de la Alcaldía para laborar en la avenida 20 hasta el 31 de diciembre. Con puestos de hasta tres metros de ancho, se instalan los trabajadores del comercio para exhibir los productos de moda.
Cada vez son más similares a los locales establecidos y es que ofrecen puntos de ventas para facilidades de pago, trabajan con el sistema de apartado y si tiene suerte hasta un descuento especial le brindan.
«Así nos manden a sacar de la avenida 20, los ciudadanos nos prefieren a nosotros porque vendemos barato. Además, Navidad es una buena temporada para ganar el sustento para nuestros hogares», dijo el vendedor informal Rafael Túa.
Aunado al trabajo que tienen los policías municipales, esta la inseguridad del centro barquisimetano. Los delincuentes no dejan pasar la oportunidad para despojar de dinero o productos recién comprados, a los hombres y mujeres que se disponen a visitar las tiendas. Sin duda, una situación lamentable que también debe ser abordada por los organismos correspondientes.
Mientras tanto, en los centros comerciales socialistas, el consumismo no es como en la avenida 20. A esos lugares acude la clientela fija, al menos, la mayoría de visitantes. Los vendedores exponen que los locales son pequeños e incómodos tanto para ellos como para los clientes.
«Aquí estamos hacinados, el aire acondicionado aunque funciona ni se siente y las personas prefieren irse a la 20. La Alcaldía de Iribarren no se ha reunido con nosotros para atender los planteamientos ni ofrece soluciones», dijo Carmen de Lozada.
Sin olvidar que en época de lluvias, las instalaciones terminan inundadas y constantemente pierden mercancías.
Kemberling Rodríguez
Fotos: Dedwison Álvarez
