De acuerdo con un comunicado de la Comisión Presidencial encargada de reestructurar Pdvsa, Chirinos y Torrealba son acusados de suministrar «datos sobre las operaciones de las industrias en sus distintas áreas, sobre la actividad de venta y comercio de petróleo venezolano y la capacidad logística».
Al cumplirse dos meses de la detención de Alfredo Chirinos y Aryenis Torrealba, gerentes de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), quienes a su vez son pareja sentimental, y que son acusados de «entregar información estratégica al gobierno de Estados Unidos con la intención de agredir a la estatal», familiares e integrantes del Comité de Solidaridad con Torrealba y Chirinos solicitan un derecho a réplica al programa de televisión Vladimir a la 1, luego de que Tareck William Saab dijera en ese espacio que ambos confesaron ser culpables.
Los familiares desmienten a Saab y aseguran que Chirinos y Torrealba «han manifestado de manera clara, firme y contundente su inocencia». Asimismo, denuncian que Alfredo Chirinos y Aryenis Torrealba han sido torturados en los calabozos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) donde permanecen recluidos.
Los allegados afirman que Alfredo Chirinos gerente de operaciones especiales de Pdvsa, fue torturado durante 48 horas continuas sin agua ni alimento. «Golpeado salvajemente y sometido a asfixia mecánica con una bolsa de plástico contentiva de un químico que provocó abrasiones en su rostro», además, indican que a Chirinos se le mostró un montaje de visa americana para que se se declarara culpable. Alfredo Chirinos también pertenece a la junta directiva de Nynas AB, una unidad de refinación de la venezolana de petróleos en Europa.
Por otra parte, sostienen que Aryenis Torrealba, gerente general de operaciones de crudo de Pdvsa, fue aislada en una habitación con aire acondicionado al máximo, con solo una silla, sin alimentos ni agua de forma regular durante tres días, lo que le causó ataques de pánico».
Las familias de Torrealba y Chirinos detallan que «a ninguno de los dos se les hicieron interrogatorios, solo han presionados para que se declaren culpables y ellos han soportado con entereza moral esta situación, esperando que en revolución se haga justicia».
Desde el 28 de febrero cuando fueron detenidos, una sola vez se les ha permitido la visita de sus familiares y se les ha negado el derecho a la defensa, así como el acceso al expediente. La exigencia de sus parientes es que se revise el caso y se anule la causa que consideran fue «amañada desde el inicio».
De acuerdo con un comunicado de la Comisión Presidencial encargada de reestructurar Pdvsa, Chirinos y Torrealba son acusados de suministrar «datos sobre las operaciones de las industrias en sus distintas áreas, sobre la actividad de venta y comercio de petróleo venezolano y la capacidad logística».
Sin embargo, los familiares y amigos de esta pareja argumentan que estos trabajadores fueron atacados por denunciar corrupción en la estatal petrolera. Durante una manifestación realizada en Barquisimeto (ciudad de origen de los señalados) a principios de marzo, Belkis Barrios de 65 años de edad, madre de Aryenis Torrealba y profesora jubilada, se preguntó: «¿Dónde están los corruptos? ¿Dónde están los jefes? Nuestros hijos trataron y tratan de luchar por una Pdvsa limpia y justa». A juicio de Barrios, a estos gerentes buscan «silenciarlos».
Asimismo, Mercedez Azuaje de 69 años de edad, madre de Alfredo Chirinos, detalló que a ambos se les está «culpando de traición a la patria, cosa que es totalmente injusta porque han sido defensores de este proceso revolucionario». Azuaje también resalta que tanto Chirinos como Torrealba «han sido antiimperialistas toda su vida».
Alfredo Chirinos es hijo del «Comandante Techo», compañero de Alí Rodríguez, cuando se hacía llamar comandante Fausto en tiempos de la guerrilla venezolana. Aryenis Torrealba es hija de profesores jubilados y su madre forma parte de la estructura del PSUV de Lara.
Desde 2017, cuando Manuel Quevedo, mayor general de la Guardia Nacional, tomó las riendas de Pdvsa, las detenciones e investigaciones contra empleados bajo acusaciones de corrupción o irregularidades administrativas se han vuelto habituales, pero sin que las autoridades hayan mostrado evidencias firmes sobre las malas prácticas.
Los familiares de Alfredo Chirinos y Aryenis Torralba dicen que mantendrán su apoyo a la revolución, pero esperan que se haga justicia, que ambos sean puestos en libertad, que los verdaderos «traidores a la patria» sean aprehendidos y que puedan depurar Pdvsa con «investigaciones ajenas a intereses grupales o de tribus de poder».
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