La Obra Don Orione en el estado Lara nació con el objetivo de dar atención, asistencia y desarrollo integral a personas con discapacidad, mejorar su calidad de vida e integrarlos a la comunidad.
El Pequeño Cottolengo desarrolla esta obra desde 1977 y desde entonces no ha dejado de ofrecer un hogar a los niños y jóvenes abandonados y con discapacidad intelectual y física.
En esta época del año, las puertas de esta casa hogar se abren para recibir a cientos de personas que con el espíritu de la Navidad se motivan a entregar algún tipo de donativo, enseres, ropa y juguetes para los muchachos que hacen vida en la institución, compartiendo junto a ellos la magia de la temporada decembrina.
El padre Teófilo Colvo, director del Pequeño Cottolengo, destacó que en esta época del año, muchas personas acuden a visitar el centro, tiempo en donde verdaderamente sienten la solidaridad de la gente que aporta a la institución su granito de arena con donativos de alimentos, ropa, pañales y juguetes.
En esta oportunidad junto al Hogar de Niños Impedidos, Honim, que forma parte de la Obra Don Orione, han dado a conocer la campaña “Regala una sonrisa en Navidad”, a través de la cual fueron publicadas las tallas de los muchachos para que sus padrinos y voluntarios hicieran llegar un conjunto de ropa y estreno para estas fechas.
“Muchos recogieron la carta y han venido a dejar su donativo, siempre muy felices de colaborar y compartir con nuestros muchachos. Vienen muchos a visitarnos y tenemos las puertas abiertas siempre. Nuestro fundador, no sólo quería dar calidad de vida a estos muchachos que viven aquí, sino también motivar a través de la caridad, a la evangelización”.
“Estamos encantados de que la gente venga y comparta con nosotros, ayudar a esta obra que es de Dios y de la Iglesia”.
Durante este mes, las actividades salen de lo común en las instalaciones del Pequeño Cottolengo, además de las visitas de cientos de voluntarios a diario, cenas y almuerzos especiales son organizados para los muchachos y los trabajadores de la institución, quienes comparten de una manera diferente las festividades.
“Acá celebramos todas las fiestas con la solemnidad que podemos, todos los domingos tenemos eucaristía y el 24 en la noche tenemos la misa de Navidad y luego una cena con voluntarios y todos los muchachos quienes se reúnen en un comedor de forma más festiva a comer hallacas y a celebrar”.
Mil hallacas fueron preparadas para esta celebración en el Cottolengo, un lugar donde los muchachos disfrutan de las festividades con la compañía de personas solidarias que se han abocado a prestar su mano amiga y hacer posible que esta hermosa labor continúe.
Solidaridad constante
Actualmente 150 muchachos hacen vida en esta casa hogar, sin embargo los ingresos han tenido que suspenderse debido a la falta de recursos que posee la institución debido a que las ayudas del Gobierno dejaron de otorgarse desde el año 2009, una situación que puso cuesta arriba la labor del Pequeño Cottolengo, pero que gracias a la caridad, han logrado llevar adelante.
“Llevamos un tiempo sin poder acoger alguna nueva inscripción, pero seguimos adelante. Aunque nos falte la ayuda y de justicia del Gobierno, no nos falta la solidaridad de la gente. Lo más importante son las ayudas económicas aunque sean pequeñas siempre la apreciaremos mucho, sobre todo para poder cubrir los pagos de los trabajadores y cuidadoras de los muchachos”.
“La generosidad y la caridad atraen siempre la bendición de Dios, por ello nos sentimos privilegiados de vivir de la providencia del Señor cada mes, cada semana, cada día que viene la gente a echarnos una mano en esta tarea”.
“Sólo con la caridad se salvará el mundo”, decía Don Orione, es por ello que si usted desea colaborar con la Obra Don Orione, puede domiciliar su tarjeta de crédito o cuenta bancaria llamando al 0251-4428516 o por depósitos a la cuenta corriente del Banco Provincial Nº 01080906100100008063 a nombre de “Pequeña Obra Divina Providencia”, Rif: J-08524600-2.
Fotos: Simón Alberto Orellana
