En una entrevista telefónica para Elimpulso.com, el coordinador del Observatorio Venezolano de la Violencia en Lara (OVV), Carlos Meléndez, había señalado que de alargarse la cuarentena existía la posibilidad de que vuelvan hechos violentos como los saqueos, el robo de alimentos y la aparición del delincuente amateur.
Meléndez precisó en su momento que la pandemia del coronavirus llegó al país acompañada una recesión económica que afecta con mayor proporción a los países que han estado sumergidos en crisis.
A propósito de los saqueos en Upata, estado Bolívar, y en Cumanaco, estado Sucre, por falta de alimentos, el sociólogo aseguró que estos acontecimientos son producto de la profundización de la crisis económica que existe en el país.
“La violencia como un fenómeno social se transforma en la medida que el contexto lo hace, pero existe tres áreas que determinan la delincuencia. Entre ella, la profundización de la crisis económica. La escasez de productos, la inflación hace que el delito espiracional pase a ser delito famelico (delito por hambre). Es decir, el delito en la satisfacción de sus necesidades básicas”, puntualizó Meléndez.
El coordinador de OVV Lara advirtió que la respuesta de las autoridades de seguridad ante estás situaciones es más fuerte y enfurecida.
“El llamado es a qué las personas se cuiden. Las autoridades criminaliza la protesta, justifica sus acciones y arremete contra la población que solo exige la satisfacción de sus necesidades básicas tanto en lo económico como social”, manifestó.