En la carrera 21 de Barquisimeto, el movimiento sigue siendo el mismo de cuando no se había aplicado el distanciamiento social por la COVID-19, solo que ahora todos usan tapabocas y, algunos, guantes.
Luego del decreto que prohíbe la circulación de personas en las calles de Lara después de las 2:00 p.m. y que obliga al cierre de negocios a la misma hora, el nuevo reto para las autoridades de la entidad es controlar la aglomeración de pobladores durante el tiempo que sí pueden circular.
Elimpulso.com recorrió la carrera 21 de Barquisimeto, vía que se ha convertido en el epicentro del comercio en la ciudad durante la cuarentena social y se pudo observar gran cantidad de personas que, en su tarea de reabastecerse de productos de primera necesidad o conseguir el dinero para obtenerlos, se exponen diariamente al virus, contraviniendo la principal medida dictada por la Organización Mundial de la Salud, que es el resguardo en casa y evitar a toda costa las aglomeraciones.
Mientras la vía luce abarrotada de personas y vehículos, abren sus puertas establecimientos de venta de alimentos, medicinas y artículos de limpieza, además de centros de salud. A todo este panorama se le suman los vendedores ambulantes “tradicionales”, sin embargo entre los tostones, pastelitos y café, se abre paso el que vende tapabocas y gel antibacterial.
También, en los locales comerciales se cuida con mayor atención la entrada de cada persona.
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Roba carros siguen activos
Pese a la fuerte presencia de policías y militares en la zona y la inusual sensación de seguridad, comerciantes reportaron a Elimpulso.com que sigue habiendo rateros y robacarros en esta calle y sus transversales, adónde es difícil encontrar lugar para estacionar.
La necesidad, es la mascarilla que reviste a estas personas, que a diario concurren la carrera 21, la cual, a poco más de un mes de iniciada la cuarentena social, se ha convertido en epicentro del comercio de la ciudad durante la pandemia por la COVID-19.