La crisis de combustible, sea quien sea el culpable original, debe ser resuelta con urgencia y estar más allá del debate político, pues no se trata del gobierno sino de una población en riesgo de enfermedad y muerte, que no puede desplazarse, ni recibir productos esenciales para subsistir.
El pronunciamiento lo hace el economista y presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, al fijar posición en torno a uno de los problemas más sensibles que en estos momentos se están enfrentando en el país y que afecta a buena parte de la población venezolana, a lo largo y ancho del territorio nacional, a través de su cuenta oficial en Twitter.
Recomienda el experto, que el gobierno en control territorial debería abrir de inmediato la importación y distribución de gasolina al sector privado para permitir restablecimiento del suministro. Mientras que la oposición debería solicitar la flexibilización de sanciones sobre combustible, que amenaza la vida de la población.
Advierte que un gobierno racional estaría dispuesto a negociar de inmediato elementos políticos que liberen a su pueblo del sufrimiento. Pero a la vez, una oposición racional estaría dispuesta a seguir su lucha y presión por el cambio, pero jamás amenazaría al pueblo inocente en medio de una Pandemia.
Luis Vicente León señala que actuar humanitariamente para proteger la vida de la población en la Pandemia, exige sacrificios y treguas en la justa e indispensable lucha por rescatar la democracia. Pero es impresentable e impopular ser insensible al sufrimiento y peligro de muerte, sea cual sea el objetivo final, advierte.
La escasez de combustible es un problema cada vez más dramático para el régimen, las tres refinerías nacionales están virtualmente paralizadas, solo una trabaja a un 13% de su capacidad instalada, a lo que se suma que el flujo de caja se ha reducido al máximo, por que el poco petróleo que se está vendiendo lo hacen con grandes descuentos, por lo que se carece de los recursos necesarios para importar la gasolina y el diesel, por lo que no descarta una paralización del parque automotor, como ya lo han adelantado los especialistas.