El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, se hizo una prueba este jueves para comprobar si se había infectado del nuevo coronavirus, tras reunirse con miembros del gobierno que estuvieron expuestos a personas infectadas y que ahora se han aislado por iniciativa propia, según dijeron las autoridades.
Duterte no ha mostrado síntomas de COVID-19, la enfermedad que provoca el virus, pero quería asegurarse de que está sano y puede seguir interaccionando con la población, indicó el senador Christopher Lawrence “Bong” Go, exasistente del presidente y que sigue acompañando al mandatario a actos oficiales.
“Considerando que algunos miembros del gobierno con los que tratamos habitualmente han estado expuestos a personas que dieron positivo en COVID-19 (…) es sólo prudente que tomemos medidas de precaución cumpliendo el consejo de nuestras autoridades sanitarias”, dijo Go.
Al menos cinco miembros del gobierno, incluido el secretario de Finanzas, Carlos Dominguez, han dicho que estuvieron expuestos a diferentes pacientes y decidido aislarse, según las autoridades.
Algunos funcionarios de finanzas que estuvieron después con Dominguez ofrecieron una sesión informativa a periodistas en una sala de prensa del palacio presidencial, que después fue desinfectada, al igual que una zona de trabajo para medios, señaló el secretario presidencial de Comunicaciones, Martin Andanar.
Varios periodistas que suelen cubrir actos en el palacio presidencial decidieron aislarse, indicó Andanar.
Las cuarentenas o evitar las interacciones públicas han sido dos de los métodos principales para combatir la expansión del virus.
Las autoridades sanitarias filipinas han reportado 49 casos del virus y dos personas, un ciudadano chino y otro filipino, han fallecido.
La enfermedad causa síntomas leves o moderados en la mayoría de los casos, pero puede causar complicaciones graves en pacientes ancianos o con problemas de salud previos.