Aproximadamente a las 5:45 de la tarde del lunes 9 de marzo explotó el cilindro de gas en el apartamento de Marisol Rosario, una profesora del Colegio Monte Carmelo, residente de la planta baja de la torre 4 del conjunto residencial de Riberas del Caroní sector 2, en Puerto Ordaz.
La explosión destruyó los ventanales de la mayoría de los apartamentos de la torre 4, un edificio de cuatro pisos donde residen alrededor de 12 familias. Los trozos de vidrios quedaron en las áreas verdes y caminarías de los apartamentos, mientras que las habitaciones de dos residencias en la planta baja perdieron casi todas las paredes.
La mañana de este martes los pedazos de bloques estaban en gran parte de los alrededores de la vivienda de Marisol, quien la noche del lunes tuvo que ser trasladada al Hospital Ruiz y Páez, en Ciudad Bolívar, donde curaban sus quemaduras de segundo y tercer grado. Además de la profesora, una adolescente de 14 años, vecina en la planta baja, resultó herida en el accidente y se recupera en una clínica privada.
Fallas de gas
El edificio tenía alrededor de tres días sin el suministro de gas por tubería realizado por la empresa Tigasco, contaron los vecinos, por lo que los residentes tenían que conectar bombonas domésticas dentro de las viviendas. Sin embargo, los testigos no creen que la explosión haya sido ocasionada por una bombona porque la que estaba dentro del apartamento fue sacada intacta del lugar.
Nelson González, uno de los vecinos, relató que desde horas del mediodía el olor a gas era notorio y que por esa razón le comentaron a Rosario. “Dijo que todo estaba cerrado, ella revisó”, indicó González.
Presumen que la explosión ocurrió cuando comenzó a llegar el gas por la tubería doméstica, aproximadamente a las 11: 00 de la mañana. “A las 12:00 empezó dar el olor y el evento ocurrió como a las 5:30”, indicó. Rosario, por la falta de suministro se abastecía con una bombona.
Julio, esposo de la lesionada, comentó que el especialista la examinará el miércoles ya que las curas que le hicieron este martes en las quemaduras no se pueden estar quitando con frecuencia. Aseguró que hasta ahora se mantiene estable.
“Vivirlo es algo muy traumático”, indicó Irwin Betancourt, padre de la menor de 14 años. A pesar de que su hija sufrió quemaduras de segundo grado y traumatismo en la parte derecha de su hombro, está estable. La tarde de este martes le hicieron curetajes de las quemaduras.
Betancourt relató que al momento de la explosión su hija estaba en la sala y que, afortunadamente, en ningún momento perdió el conocimiento.
“Con la explosión colapsó la pared de la puerta de entrada y la del área de la cocina. Perdieron la lavadora, la nevera y la cocina. Aunque han tenido el apoyo del gobierno, esperan una mayor colaboración ya que considera deben ser reubicados a otra vivienda. Recuperarnos de esto va estar muy duro”, lamentó.
Carlos Villarroel contó que su hijo de 10 años también sufrió unas quemaduras en las piernas por la onda expansiva de la explosión, a pesar de ello comentó que las heridas son leves y le fueron colocados unos vendajes.
Se les dificultó atender la emergencia por la falta de agua. Un vecino que no quiso identificarse comentó que del 87% de llenado que tenía la bombona industrial que conecta con todos los edificios tan solo quedaba un 9% luego de la explosión, a pesar que el equipo de Correo del Caroní buscó corroborar esta información con la persona encargada de Tigasco no hubo respuesta a las preguntas realizadas.
Hasta ahora no hay versión oficial de lo que pudo ocasionar la explosión en la residencia de Riberas del Caroní, a pesar que se intentó contactar con la comandante de Bomberos Municipales de Caroní no hubo respuesta.
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