No solo «se fue la luz en todo el barrio», como recita la canción del célebre cantante colombiano, Juanes; sino que el 7 de marzo del 2019, toda Venezuela se quedó sin energía eléctrica por cinco días, siendo el apagón nacional más grave de toda la historia en este país.
Ha pasado un año, pero este lamentable hecho sigue estando presente en los recuerdos de los venezolanos. Y más, porque a partir de ese momento, la crisis eléctrica se agudizó en todo el país, generando diariamente cortes prolongados de este servicio, cambiando así, el estilo de vida de cada persona.
Al mirar atrás, surgirán infinidades de anécdotas que se vivieron durante los días de oscuridad en marzo del 2019. Por esta razón, Elimpulso.com le da voz a algunos barquisimetanos, quienes cuentan y recrean, cómo pasaron los días del apagón y de qué manera sus vidas cambiaron desde entonces.
Uno de estos casos es Roggers Parra, joven barquisimetano de 30 años de edad, quien contó que al momento del apagón estaba en su lugar de trabajo, pero pensó que se trataba de un corte «normal», ya que las fallas en el servicio eléctrico vienen dándose en el país desde hace muchos años. Sin embargo, al paso de las horas y luego de informarse de la situación vía Internet, su preocupación fue creciendo y comenzó a vivir «el calvario» del apagón nacional.
Parra contó que mientras tuvo energía en su teléfono celular estuvo en contacto con su hermano, quién migró a Perú desde hace 3 años. Pero luego, las fallas en el servicio de comunicaciones le imposibilitó que siguieran en contacto. Una realidad que vivieron millones de venezolanos, ya que es importante mencionar que según la Acnur y la OIM, para finales de 2019 habían 4.629.968 personas fuera del país, es decir, que la gran mayoría de ellas sufrieron la preocupación de no tener información de sus seres queridos.
El joven Parra, quien es licenciado en Comunicación Social, mencionó que salir a las calles era un peligro latente a cualquier hora del día. La inseguridad se percibía en el ambiente, la soledad en las calles era evidente, y si se prestaba atención, se observaban escenas tristes y lamentables, las cuales siguen recordándose con gran pesar hasta la fecha.
Al quinto día, la energía eléctrica comenzó a restaurarse en gran parte del territorio venezolano, y según Roggers Parra, su vida cambió desde ese momento. Expresó que se niega a ver cómo «normal» todas las irregularidades que se siguen presentando diariamente en el país en cuanto a este servicio, ya que está situación limitó y sigue siendo un obstáculo, de cara a la ejecución de los proyectos que tiene en su mente.
Sin embargo, al ser preguntado sobre cuál es el motivo que lo mantiene hasta la fecha en tierras venezolanas, no dudó en responder: «Porque Venezuela es el mejor país«. Destacó que aunque tuvo la oportunidad de migrar, decidió quedarse, ya que cree firmemente que a pesar de los pesares, los jóvenes tienen muchas oportunidades de crear, crecer y contribuir para que Venezuela retome el rumbo de la prosperidad y el bien.