José Javier Vargas, es el nombre de uno de esos venezolanos, que junto a su esposa y dos hijos, sufren los rigores de pobreza y la miseria humana.
Contra este tipo de discriminación social, producto de la pobreza y la falta de oportunidades en una Venezuela, próspera en riquezas, pero con niveles paupérrimos de desigualdad social, inició la revolución bolivariana de Venezuela, su tránsito hacen 20 años.
José Javier Vargas, subsiste junto a su familia en un rancho cuyas condiciones estructurales, no son fáciles de describir, pero que si constituyen, el fiel y lamentable reflejo del rostro de la pobreza.
Contra estas cosas fue que el otrora líder del proceso revolucionario Hugo Chávez, enarboló las banderas de sus luchas. La desigualdad social, la pobreza, el derecho a una vivienda digna; objetivos que por cierto, se quedaron en el camino del proceso y que hoy, lamentablemente, se han profundizado y agravado.
Necesito trabajar porque no puedo seguir dándole retazos de yuca a mis dos pequeñas hijos y a mi esposa, dijo José Javier Vargas. Necesito trabajar para vivir en una vivienda que esté en buenas condiciones y no, en un rancho como en el que vivo, dijo en medio de su desesperación.
Ahí mismo, en pleno centro de Cumarebo; prolongación calle Bolívar, todas las instituciones de gobierno que hacen vida en el municipio Zamora, tienen trabajo para atender a esta familia, que espera por el “abrazo protector de la revolución”.
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