El Louvre, el museo más concurrido del mundo y hogar del célebre cuadro de Leonardo da Vinci, no abrió este miércoles como estaba previsto ya que sus empleados temen contagiarse con coronavirus.
Los empleados del museo parisino faltan al trabajo desde el domingo por miedo al contagio. Los centenares de visitantes que hicieron fila frente al museo se encontraron con el siguiente anuncio: “Debido a circunstancias excepcionales, el museo abrirá más tarde”.
La gerencia presentó un conjunto de medidas contra el virus para tratar de convencer a los empleados que regresaran al trabajo: mayor distribución de gel desinfectantes y rotación más frecuente del personal para que los empleados pudieran lavarse las manos.
La mayoría de los 9,6 millones de visitantes el año pasado llegaron del extranjero.