La República Dominicana y Francia reportaron el domingo sus primeros casos del nuevo coronavirus en el Caribe, mientras que los pasajeros de un crucero británico que han permanecido en altamar debido a los temores por el padecimiento finalmente se disponen a volver a casa.
Un italiano de 62 años llegó a territorio dominicano el 22 de febrero sin presentar síntomas, indicó Rafael Sánchez Cárdenas, ministro de Salud Pública. El hombre está aislado en un hospital militar y no ha mostrado complicaciones graves.
En tanto, Francia reportó tres casos en la isla caribeña de Guadalupe, las primeras infecciones en alguno de los territorios franceses.
Los anuncios se dieron a conocer poco antes de que el crucero Braemar, a quien se le negó la entrada a la República Dominicana por temor al virus, finalmente encontró un puerto para anclar: la parte holandesa de la isla de San Martín.
Dos aeronaves alquiladas trasladarán a los pasajeros a Gran Bretaña, indicó el domingo la línea de cruceros Fred Olsen. Otros pasajeros, que tenían programado abordar el navío el viernes en la República Dominicana, serán enviados a San Martín para que puedan embarcar.
Autoridades dominicanas habían prohibido la entrada del barco debido a los reportes de que algunas personas a bordo presentaban síntomas de influenza, pero la compañía indicó que ninguno de los pasajeros tenía síntomas del nuevo virus.
Fue uno de al menos tres cruceros que fueron rechazados en los puertos del Caribe durante la semana pasada por temores de posibles infecciones virales, aunque no se ha confirmado que ninguno de los pasajeros tuviera el padecimiento.
Desde mediados de la semana, varios países más de Latinoamérica han reportado casos de la enfermedad COVID-19.
La Secretaría de Salud del estado de Chiapas, en el sur de México, reportó el domingo el quinto caso en el país, una paciente de 18 años que había estado estudiando en Milán, Italia.
En tanto, las autoridades ecuatorianas confirmaron cinco nuevos casos.
Los cinco se encuentran en el entorno familiar de la primera paciente, una mujer de más de 70 años que llegó de España y que se encuentra en estado crítico, dijo la ministra de Salud, Catalina Andramuño, en conferencia de prensa.
