Las sanciones anunciadas por el gobierno de los Estados Unidos contra la empresa rusa Rosneft que se ha convertido en la administradora de Petróleos de Venezuela S. A., constituye el mayor golpe recibido por el régimen de Nicolás Maduro.
Así lo estima, al ser entrevistado por Elimpulso.com, el economista Héctor Mantilla, director de investigación, asesoría económica y financiera de la Asamblea Nacional.
Y al mismo tiempo tiene un gran impacto sobre la mencionada empresa, cuyo mayor accionista es el Estado ruso, que ya había sido advertida con suficiente tiempo por el gobierno estadounidense de que sería sancionada si continuaba negociando el crudo venezolano para favorecer al régimen de Maduro.
Cabe señalar que ya China National Petroleum Corporation (CNPC) y la compañia Reliance Industries, de la India, que habían sido advertidas por Estados Unidos de ser sancionadas si seguían negociando con Venezuela, dejaron de hacerlo.
Sin embargo, Rosneft prosiguió y este martes 18 de febrero, fue objeto de la congelación de sus bienes en los Estados Unidos y no podrá tener relaciones comerciales con empresas de ese país.
Es un golpe contundente contra la empresa rusa y, por supuesto, para el régimen de Maduro, ya que ha sido su principal canal para recibir dólares por el crudo que coloca en mercados a los cuales ya no tiene acceso Pdvsa.
Ésta le vendió el 49 por ciento de las acciones de Citgo en los Estados Unidos y, además, le concedió administrar sus operaciones comerciales.
Otros datos
Rosneft desarrolla sus actividades en Petromonagas, Petromiranda, Petroperijá, Petrovictoria y Boquerón, las dos últimas en el oriente de Venezuela.
El régimen de Maduro que tanto habla de defender la soberanía del país, se contradice cuando ha dejado que Rosneft haya sustituido a Pdvsa, lo que no es otra cosa que la privatización del petróleo por parte de una empresa rusa, que según especialistas petroleros, ha venido comercializando el crudo venezolano en Asia y África, después que el país perdió el mercado tradicional de los Estados Unidos.
Ahora con las sanciones a la empresa rusa, que el gobierno estadounidense consideraba como el “salvavidas” para Maduro, éste ha quedado entre la espada y la pared, porque esta es la más feroz de las sanciones recibidas hasta ahora.