La plenitud del cristiano se basa en el servicio a los demás. El mayor ejemplo fue la vida pública de Jesús de Nazareth, quien, acompañado de 12 hombres, supo conquistar al mundo y reconciliarlo con Dios.
Las iniciativas de organizaciones y grupos religiosos le dan fuerza a la vocación de servicio.
En esta ocasión, el grupo católico de oración y apostolado, Proyecto de Amor, realizó la segunda jornada del apostolado El Amor Encaja, el cual consiste en brindar a abuelos y familias de bajos recursos una caja llena de alimentos, medicinas y artículos personales, como un regalo especial enviado por el Niño Jesús en la Navidad.
Este sábado se realizó en las instalaciones de Villa Bombin Colonial la entrega de 100 cajas a familias de bajos recursos del sector El Prado y La Pradera, luego de un intenso trabajo en equipo realizado por los líderes de Proyecto de Amor.
“Es un día muy soñado. Seguro que Dios ya tenía pensado que cada uno de nosotros estuviésemos aquí”, expresó el coordinador de la actividad, José Manuel Gutiérrez, conocido entre los jóvenes como “Chego”.
El joven católico explicó que el amor a Dios los mueve a desarrollar este tipo de actividades en beneficio del prójimo.
Desde muy temprano, las familias fueron recibidas por los servidores y distribuidas en patrullas que los dividieron por edades.
Luego, cada grupo realizó dinámicas, actividades formativas y recreativas que les permitieron disfrutar de un día cargado de risas, emoción y reflexiones.
Entretanto, los más adultos de Proyecto de Amor pusieron sus manos al servicio de la cocina bajo la dirección del chef Harry Rivero, para ofrecer un delicioso plato a todos los invitados de la jornada.
Los niños disfrutaron de un día de juegos con mallas, brinca brinda, bailoterapia y hasta clases de pintura.
Por su parte, los adultos recibieron charlas sobre los valores en el hogar y la importancia de la presencia de Dios en la formación de los hijos.
Los esposos, Ramón y Marisela Mendoza, dieron su testimonio sobre las maravillas que ha hecho el Rey del Amor en sus vidas. “Descubrí que las fiestas, la bebida no me hacían feliz y casi me hacen perder a mi familia. Sólo Dios me dio ganas de vivir”, dijo Ramón Mendoza.
Hombres y mujeres de la mencionada comunidad, escucharon atentamente las reflexiones.
Esfuerzo en común
Los alimentos y demás productos obtenidos por Proyecto de Amor fueron aportados por familias solidarias, las cuales hace algunas semanas comenzaron a llenar las cajas pensando en las necesidades de quienes tienen pocos recursos económicos.
Dos ancianatos de la ciudad también fueron beneficiados con el apostolado y las actividades recreativas. El pasado sábado, los miembros del grupo católico se trasladaron a estos espacios, junto a los colaboradores, para entregar las cajas y compartir momentos con quienes han sido olvidados.
En este sentido, los servidores destacaron el apoyo de empresas privadas las cuales ofrecieron todo su respaldo a las actividades desarrolladas.
Con una Eucaristía, familias y servidores agradecieron a Dios por el regalo de su amor, evidenciado en la solidaridad y entrega de miles de personas.
Fotos: Cortesía Proyecto de Amor/ Ricardo Marapacuto