Alrededor de 250 millones de niños viven en países afectados por guerras, afirmó el miércoles el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres.
Durante 2018 más de 12.000 niños murieron o resultaron heridos durante esos conflictos, la cifra más alta desde 1996, agregó.
En su discurso ante el Consejo de Seguridad durante el Día Internacional contra el Uso de Niños Soldado, Guterres dijo que los menores de 18 años “constituyen más del 50% de la población en la mayoría de los países afectados por la guerra, y son algunos de los más vulnerables e incapaces de protegerse a sí mismos de dicho impacto”.
Se documentaron y verificaron más de 24.000 violaciones en contra de niños durante 2018, un incremento respecto a las 21.000 del año previo, añadió Guterres.
Señaló que las campañas globales, incluyendo “Niños, no soldados” y la nueva “Actuar para proteger”, han ayudado a enviar un mensaje de que los niños nunca deben ser utilizados en conflictos, pero las cifras continúan en aumento.
“Una mayor conciencia y un mejor monitoreo no se reflejan en este incremento”, comentó. “Es el resultado de hostilidades en curso que están agravándose, y de un vergonzoso menosprecio por las vidas civiles”.
El secretario general exhortó a todos los países a tomar “medidas concretas” para dar prioridad a la protección de los niños afectados por los conflictos.
El Consejo de Seguridad aprobó un comunicado presidencial para presentar nuevos lineamientos a mediadores con el objetivo de garantizar que se tomen en cuenta las necesidades y derechos de los niños durante todas las fases del conflicto, desde la prevención a la mediación, las negociaciones de paz y la recuperación posterior a la guerra.
Bélgica, que tiene la presidencia del consejo este mes, organizó la sesión informativa.
En su discurso al consejo a nombre de Watchlist on Children and Armed Conflict, una red global de organizaciones dedicadas a la protección y promoción de los derechos de los niños en zonas de conflicto, Jo Becker dijo que “en realidad, los acuerdos de paz que tocan la protección de menores siguen siendo inusuales”.
Dijo que su organismo analizó treguas y acuerdos de paz desde 1999 y “de los 445 documentos, menos del 18% incluían cláusulas sobre la protección de los niños”.
Los niños sufren mucho más durante la guerra, aseguró Becker, y cuando se les excluye de los acuerdos de paz “sus necesidades y derechos se vuelven invisibles”, lo que resulta en una menor inversión y la falta de programas para ayudarlos.
“En tales circunstancias, no debería sorprendernos que surjan nuevas disputas y que niños exsoldados tomen nuevamente las armas”, declaró Becker.
Dijo que existen algunos ejemplos positivos: El acuerdo de paz de 1999 que puso fin al conflicto en Sierra Leona delineó una atención particular a los niños soldados y abrió las puertas para la desmovilización de unos 7.000 de ellos. En Colombia, un acuerdo por parte de las FARC para la liberación de niños menores de 15 años ayudó a crear confianza antes de que se concretara un acuerdo de paz entre ese grupo guerrillero y el gobierno.
Becker instó al Consejo de Seguridad a ayudar a garantizar a que se incluyan derechos y protecciones de los niños en todos los acuerdos relacionados con conflictos.