Este año, un grupo de poetas sumó esfuerzos para llevar a cabo la Bienal Literaria Rafael Rodríguez Boquillón. Promovieron el rescate del evento el doctor Rafael Rodríguez Parra y el poeta Antonio Urdaneta, junto a un importante grupo de intelectuales larenses, quienes se preocuparon por exaltar la memoria del juglar y luchador social Rafael Rodríguez Boquillón, “cuya obra y conducta ciudadana merecen el estudio y el reconocimiento de las nuevas generaciones de venezolanos”.
Tras celebrarse el evento, el jurado, compuesto por David Gómez, José Miguel Méndez y Tito Núñez, reconoció la obra Palabras que preceden al alba, como la ganadora de la III Bienal Literaria, correspondiente al poeta Armando Mogollón.
Una primera Mención de Honor le fue otorgada a Héctor Salas por su poemario Apuntes para no ir a reparaciones. Asimismo, Freddy Jesús Angulo Lozada, fue reconocido con una segunda Mención de Honor por su poemario El Tallador.
El jurado expresó que Armando Mogollón, con su obra Palabras que preceden al alba, se llevó el máximo galardón debido a la “capacidad de síntesis, acertada economía del lenguaje y asertividad. Se aprecia constancia, trabajo, estudio de la palabra. Es un poeta solar, abierto, firme”.
En cuanto a la primera Mención de Honor, los jueces manifestaron que Apuntes para no ir a reparaciones de Héctor Salas, innova en la temática y en el lenguaje.
“Es una variación poética de la propuesta narrativa de Felipe Massiani. Acaso sea en algunos momentos recurrente con el efectismo de los diminutivos. Destaca en él una singular contemporaneidad”.
Sobre el poemario El Tallador de Freddy Jesús Angulo Lozada, la valoración fue la siguiente: “La obra comprende teoría poética, acertados alardes conceptuales, recurrencia esotérica y filosófica, esfuerzo creador, poesía cartesiana y cabalística a un mismo tiempo”.
El comité evaluador, tras leer y releer cada uno de los poemas contenidos en los conjuntos presentados al concurso, coincidió en que los participantes demostraron a través de sus obras, ser poseedores de la sensibilidad poética y el espíritu creador de quienes buscan en y con la palabra, la construcción de una sociedad amorosa, armónica, crítica y justa, que haga del goce estético una condición permanente de la voluntad humana”.
Asimismo, le hicieron un llamado a las autoridades culturales y educativas, instituciones públicas y asociaciones civiles, a fin de estimular la creación y la difusión masiva del arte y la literatura.
“Factores determinantes en la proyección ética y estética cualquier modelo social, económico y político, generado por el ímpetu de los pueblos”.
Compromiso y reflexión
Por otra parte, David Gómez, quien se encuentra en Caracas, nos hizo llegar sus impresiones de la Bienal vía electrónica, a objeto de manifestar el significado de esta confrontación literaria.
“Cuando hablamos de la importancia literaria en el país, hablamos de una salida segura en torno a la construcción de la verdad de los pueblos, hablar de literatura es sumarnos a un espiral en el cual hacemos realidad mágica con las inmediatas y futuras generaciones; un verso es una transfusión de un líquido histórico-subjetivo, líquido fundamental, como el agua, como la sangre, es que la letra es un líquido vital”.
Precisó que la Bienal invita a la reflexión, ya que convoca a los escritores a levantar su voz para así incorporarse al eco que proteste.
“Ahora más que nunca es necesario que todos y todas siembren en torno a la cultura. Desde las instancias nacionales hasta las comunales deben entender que lo inminentemente necesario es transformar en dos planos, no sólo en el material con las hermosas casas o el pan, sino también en esa subjetividad que hace mucho quisieron erradicar desde una superestructura que pretende la homogeneización”.
Gómez, del colectivo El Cuarto de los Duendes, destacó que hacen falta más imprentas y turas que no dejen de danzar.
“Que no se olviden las autoridades que esta generación de escritores asumimos un ardimiento, y lucharemos para que el vital líquido de las letras no sea privatizado ni escondido”.
Finalmente, dijo que el poeta Armando Mogollón nos muestra entre sus misticismos, entre su poesía que ilumina, entre su canto negro, la necesidad de códigos para la palabra que circunden directamente en los espacios del espíritu.
“El ganador del certamen asume dialéctica e historia para decirnos que los poetas siempre estarán presentes en la lucha humana –en todos los planos–. Mogollón pertenece a una generación de escritores que nunca morirá”.
Poesía, meta conciencia
El barquisimetano Armando Mogollón, docente de biología jubilado, destacó, en su visita a EL IMPULSO, que se inclinó por la poesía a muy temprana edad.
“En esa época de los 60 y 70 no existían esos avances tecnológicos, por lo cual, los muchachos nos reuníamos para escuchar poesía y los cuentos de nuestras madres sobre fantasmas. Estos relatos a partir del imaginario popular se convertían en una particular forma de hacer moral y crear rectitud en el hombre”, dijo Mogollón, egresado de la UPEL-IPB con un postgrado en la Universidad Rafael Urdaneta y actual estudiante de Ingeniería Agroalimentaria de la Misión Sucre.
El poeta, amante de las obras de Ramos Cruz, Rafael Cadenas y Thomas Stearns Eliot, entre otros, aseguró que se encuentra recopilando cuentos del imaginario popular. “Los cuentos están inéditos se llaman Narraciones Extrañas y el segundo tomo se llama Memorial Maravilloso. Recopilo todas las impresiones de mi infancia en el campo de lo imaginario. Narraciones Extrañas son cuentos orientados hacia el suspenso, la ficción, un trabajo completamente diferente al segundo, el cual es más personal, mágico, son más sintéticos.
En poesía el escritor cuenta con Los arcanos del alba y Palabras que preceden al alba, poesía reunida que busca compilar.
“Palabras que preceden al alba es un poemario en la infancia de mi vejez, una madurez de mi poesía, un sendero donde la historia juega un papel fundamental, es la guía para la construcción de todo el mensaje onírico que se encuentra en cada una de sus metáforas y de sus artilugios literarios”, sostuvo el ganador del Primer Premio Literario UPEL 1987, Premio Joven Escritor de Asela y Fundacultura 1992 y Premio Escritor Joven Antonio José de Sucre en ocasión del Bicentenario del Natalicio de AJS 1994.
El profesor expresó que el poemario Palabras que preceden al alba nace de un subjetivo eminentemente existencial que va desarrollándose a través de los 32 poemas que contiene.
“Es una conclusión histórica en la que la existencia pasa a ser historia y la historia existencia, ambas se transforman en un artilugio metafórico, en un efluvio de imágenes literarias que se entrecruzan por entre lo espiritual, lo dialéctico, la oración y Dios”. Se trata, dijo, de una confabulación que parte del metafísico espiritual hacia la comprensión histórica.
“Es a través del sentimiento, de esas imágenes y ese efluvio literario que se enlaza la historia de lo personal con los sentimientos y Dios”.
Mogollón sostiene que la poesía es una meta conciencia, una meta existencia, una meta filosófica, una meta conocimiento. “Hay poesía por encima de la interpretación filosófica”.
Foto: Rinolfo Quintero
