«Me cuesta mucho pasar de una condición de sueño prolongado a un estado de vigilia total”
Cantaba Gigi D’Agostino en el 2007
La gimnasia para la mente, aumenta la concentración, reduce el dolor, nos hace más creativos, hace rejuvenecer la mente y el cuerpo, eleva el sistema inmune, activa la capacidad de autocuración. Refuerza la empatía, el amor, lo positivo. Por lo tanto,el que es feliz se enferma menos, se recupera rápido y percibe su propio cuerpo también emocionalmente.
Los investigadores han estudiado qué sucede en el cerebro de los monjes Tibetanos, los gurú de la India y maestros orientales de artes marciales, etc, es decir como meditaban.
Por otro lado, estudiaron cómo activar los diferentes botones mentales, que parecieran estar en grado de dirigir, emociones, sensaciones, células, hormonas y órganos. Por qué nuestro cerebro está en grado de hacer, si no se le deja que sea adormecido e intoxicado de una sociedad obsesionada del estrés, cualquier cosa menos que de la meditación.
Lo importante es saber cómo comportarse y en este sentido debemos en primer lugar enfocarnos en el lugar y la hora. Decidir a qué hora harán la gimnasia cada día y donde podrán sentarse para estar tranquilos es muy importante. Tienen que ponerse aquello que los haga sentirse mejor y cómodos. Deben aflojarse bien el cinturón y quítense los zapatos. Concedase 10 minutos al día para estar tranquilos.
Por otro lado, siéntense con la espalda derecha y las manos sobre los muslos o las rodillas. Relaje el cuello y retraigan un poco la barbilla. Ayúdense a medir el tiempo con un cronómetro y completen siempre la sesión.
Definitivamente, reproducir en las neuronas la relajación que tienes en medio del sueño, significa regenerar cuerpo y cerebro, mente y músculos.
Italo Olivo
www.iolivo.com