Indignante lo que ocurre en el área de traumatología del Hospital Pastor Oropeza de Carora donde devuelven a sus casas a los pacientes enyesados ya que el instrumento médico utilizado para retirarlo se encuentra dañado.
Es el caso de una dama de la tercera edad, de nombre Josefina Jiménez, de 75 años, residenciada en la urbanización Calicanto, quien denunció el caso luego que acudió al hospital para que le quitaran el yeso del brazo derecho producto de una fractura de muñeca.
Cuenta la señora Jiménez que el personal la atendió pero no lograron desprenderle el yeso por cuanto la sierra, como le denominan al equipo que rompe este material, no estaba funcionando.
En este sentido, la orientaron a que regresara a su casa para que de manera rudimentaria ella misma se desprendiera el yeso y le explicaron el procedimiento rudimentario a seguir.
Le indicaron que hundiera el brazo enyesado en un todo de agua y le agregara vinagre, y que debía mantenerlo sumergido durante el tiempo necesario hasta que el material se ablandara, para luego desprendérselo.
Narra Jiménez que efectivamente hizo en su casa y a todo riesgo lo que le recomendaron en la sala de traumatología del Hospital Pastor Oropeza, con ayuda de otros familiares, quienes les fueron arrancando el yeso por pedazos hasta que finalmente se lo lograron desprender por completo, sin la asistencia adecuada de un personal de salud.
Dijo la dama que a su edad nunca imaginó pasar por una situación tan delicada en contra de su propia salud de ser ella misma la que debía retirarse el yeso, por cuanto en lugar de mejorar en su condición de salud pudo haber empeorado.
Sin embargo, se lamenta de dolores y molestias que le quedaron debido a los bruscos movimientos que debieron hacer tanto ella como sus familiares durante el trabajo del retiro del yeso.
Hizo un llamado a las autoridades de salud para que solucionen este problema, ya que hoy fue su caso, pero se repiten a diario en el primer centro de salud de Carora.
Cabe destacar que los anuncios de mejoramiento de los servicios del primer centro asistencial de salud de la capital torrense han quedado en puras promesas por parte de la gobernadora Carmen Meléndez durante varias visitas hechas a Carora el año pasado.