Uno de los programas anunciados por el gobierno nacional, y que se quedó en el camino, fue el programa de conversión vehicular de gasolina y gasoil a gas natural. Este programa anunciado también con “bombos y platillos”, en medio de esa algarabía comunicacional, producto del dominio de la mayoría de los medios del país, quedó en el olvido.
El programa contemplaba la conversión del parque automotor nacional, de gasolina y diesel, a gas natural, con el objetivo de transformar el patrón de consumo de combustible líquido. Este programa contaría además, con el apoyo internacional de países como Argentina, Brasil, Canadá e Italia, a través de convenios de operación tecnológica, para consolidar alianzas en la adquisición y construcción en el país, de un transporte público, con motores a gas y equipos asociados. Pues, bien, este programa, al igual que muchos, en la práctica desapareció.
En los actuales momentos, muchos estados del país, confrontan serias dificultades por la falta de gasolina. Si este programa hubiese funcionado en forma efectiva, el parque automotor nacional, marcharía con toda normalidad.
El programa de conversión a gas, contemplaba entre otros objetivos, que la transformación sería gratutita en todo el país y que se formaría el recurso humano en la fabricación, a través de talleres de capacitación, en la fabricación y mantenimiento de equipos.
Además, establecía que el transporte público contaría con motores exclusivos a gas y se contaría con los primeros prototipos de buses de 32 y 45 puestos. Es decir, tendríamos un transporte público funcionando y a precios solidarios.
Definitivamente, el programa de conversión es bueno, pero a igual que muchos de los programas emprendidos por el gobierno, quedaron en el olvido, por ineficiencia e impericia; pero además, porque la mayoría de estos programas, han servido solamente para lucrarse y responder a intereses particulares, y no en beneficio del pueblo.
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