Para la recuperación del sector ganadero venezolano se requieren entre US$ 6.000 y US$ 8.000 millones de dólares, lo que incluye adquisición de insumos, tecnología, maquinarias y equipos, con la finalidad de impulsar la producción nacional de alimentos para el consumo interno, que ha registrado una caída sostenida en los últimos años, debido a la falta de estímulos y a las políticas públicas erradas.
El pronunciamiento lo hace el presidente de la Federación Nacional de Ganaderos, Armando Chacín, al referirse a la dramática situación por la que atraviesa el sector, indicando que también tiene un rezago en materia de nuevas tecnologías, a lo cual se suma la total carencia de financiamiento, debido a las políticas de encajes que ha venido aplicando el Banco Central de Venezuela al sistema bancario nacional, lo que prácticamente ha decretado la eliminación del crédito para los sectores de la producción nacional, afirmando que además tienen más de un año que que fueron excluidos del financiamiento de la Cartera Agrícola,
Recordó que hace dos décadas, el país producía cerca del 97% de la carne que consumía el venezolano, mientras que en estos momentos apenas produce solo el 35%; mientras que desde el punto de vista de la producción de leche se producía el 70% del consumo nacional y hoy se está produciendo un 30% de lo que se producía en la década de los 90.
Chacín ratificó que se ha registrado en los últimos años, una fuerte caída en cuando al consumo de carne y leche, recordando que hace dos décadas el consumo de carne de bovino, porcinos, avícolas y piscícolas era de 66 kg/per cápita/año y que en estos momentos el consumo es de apenas 8 kilogramos per cápita, en tanto que el consumo de lácteos está por debajo de los 30 litros per cápita al año.
Explicó que el deterioro de la producción nacional de alimentos, se inició con la política de expropiaciones y ocupaciones de predios en plena producción, indicando que este ha sido “el crimen más grande que se cometió contra el campo venezolano”, ya que de los 4,5 millones de hectáreas expropiadas, en estos momentos más del 95% no están produciendo absolutamente nada.
Señaló que entre los graves problemas que afectan en estos momentos la producción en el campo, está la inseguridad jurídica y personal, la falta de insumos, la falta de financiamiento y el deterioro del poder adquisitivo del venezolano, indicando que a pesar de tener la carne más barata de América Latina, el consumidor no tiene la posibilidad de adquirirla.
Asegura que los ganaderos venezolanos siguen apostando al país, indicando que tienen un plan concebido para impulsar la producción nacional, pero para ello necesitan semillas, fertilizantes, tecnología genética y financiamiento, para poder continuar haciendo lo que saben hacer, afirmando que de contar con las condiciones, no solamente estarían produciendo los alimentos para atender la demanda interna, sino incluso generar una capacidad exportable, con lo cual se estarían generando las divisas que tanto necesita el país en los actuales momentos.