El slugger Alex Cabrera le había dicho a su hijo, Ramón, que si conectaba un cuadrangular cuando él estuviese detrás del plato se retiraría del béisbol.
El domingo, la escena fue propicia y en su primer turno frente a los Leones del Caracas, despachó un enorme cuadrangular el cual celebró con su peculiar manera de hacerlo.
Tras gozarse la extensa conexión, Cabrera pisó la registradora, se quitó la chaqueta de juego y se la lanzó a su hijo, quien observaba incrédulo detrás del plato.
Al ser entrevistado por el cuerpo de narradores y comentaristas de la transmisión televisiva, Cabrera aclaró que “no se trató de un perreo”, sino de su retiro.
Cabrera fue sacado del juego y su puesto en la alineación lo ocupó Rafael Álvarez. “Son gestos que pasan una sola vez en la vida. Era uno de mis sueños más grandes. Yo le dije, el día que tú estés detrás del plato y yo dé un jonrón, pensaría en mi retiro. También le dije que me quitaría la camisa y se la regalaría porque quién más que él para defender mi número”, declaró.
“Él se puso a llorar y me dijo que no, porque cree que me queda mucho en el béisbol. Ahora lo pienso. Yo ya tengo cuarenta años y en cualquier momento lo haré. Puede ser que me retire al terminar la temporada”, agregó.
Por su parte, Ramón Cabrera, no supo como tomar el gesto de su padre. “Creo que mi papá pudo hacerlo de una mejor manera, pidiendo tiempo o algo así… No sabía cómo reaccionar. Sé que él tenía en mente retirarse si pasaba eso, pero igual me sorprendió”.