Desde 2017, cuando comenzó a intensificarse la crisis económica, hasta lo que va del presente año, 49 personas han fallecido por ingerir alcohol de mala calidad, según los reportes que tiene la Cámara de la Industria Venezolana de Especies Alcohólicas (CIVEA).
Su presidente, Luis Enrique Cárdenas, entrevistado por Elimpulso.com, dijo que este año han sido registradas 28 muertes, 6 de las cuales ocurrieron en el estado Lara.
Se estima que por cada defunción hay cinco personas que resultan intoxicadas por tiempo indeterminado, durante el cual sufren devastadores problemas digestivos, nerviosos y cardiológicos, principalmente, según diagnósticos médicos.
Es por ello que CIVEA advierte a las personas que, en estos días previos y durante las fiestas decembrinas, estén atentos y sean cuidadosos a la hora de adquirir cualquier tipo de bebida alcohólica, ya que las carentes de calidad les pueden ocasionar severos problemas de salud que, incluso, les ocasionarían la muerte.
En este sentido, manifestó que son varias las bebidas alcohólicas ilícitas que se están vendiendo en el país. No sólo las que son ingresadas de contrabando, sino también las que son adulteradas o fabricadas sin control sanitario por personas inescrupulosas, que lo que buscan es el dinero y no la venta de una bebida que se haya hecho bajo las reglas sanitarias imprescindibles.
Importante es señalar que, como consecuencia de la crisis económica que se ha extendido en Venezuela, ha bajado el consumo de alcohol.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, en 1980, se registraba un consumo de 10 litros por persona mayor de quince años. Desde el 2017, cuando bajó a 4 litros a 2. 2 litros en el 2018. Y es posible que ese nivel sea igual o menor este año.
CIVEA acusa una caída en la producción, importación y exportación de las especies alcohólicas y denuncia que dentro de las cifras de consumo, el 30 por ciento de los productos que se ingiere en Venezuela, es ilícito.
Del mismo modo que se han registrados descensos en los renglones ya mencionados, también ha sido afectado el Estado venezolano, el cual recibía el 6 por ciento de sus ingresos por concepto de impuestos a los alcoholes. En los momentos ese porcentaje es de 2.5. De allí, pues, la necesidad de que los organismos actúen para reducir a su mínima expresión la venta de bebidas de mala calidad que no sólo afectan las entradas al fisco, sino la salud de innumerables personas.