“Nos quitaron el disfrute de Semana Santa, pero preferimos eso antes de regresar a una empresa tomada”, dijo Rafael Rosales, secretario general del sindicato de Cervecería Polar, en referencia a la instrucción del ministro de Petróleo la semana pasada, Rafael Ramírez, de tomar de forma inmediata los terrenos de la empresa ubicada enla Zona IndustrialI de nuestra ciudad.
Los trabajadores, tanto de la distribuidora de cerveza como de Pepsi-Cola, decidieron mantenerse en vigilia permanente durante los días santos. Encomendados a Dios, en protección de sus puestos de trabajo.
Aquí estuvimos todos, desde el gerente de mayor rango hasta el trabajador de cargo más sencillo. Unos no pudieran desempeñar su responsabilidad sin el otro, así que cada quien, preocupado por su estabilidad laboral, sacrificó parte del disfrute familiar propio de días de asueto y se incorporó a los turnos de vigilia, pendiente de la eventual llegada de hombres del Gobierno o de funcionarios de seguridad, comentó Rafael Rosales.
El dirigente sindical entrevistado dijo con vehemencia que se mantendrán en pie de lucha, pese a que no se ha sabido más de aquel anuncio del alto funcionario gubernamental. “No hemos recibido información ni notificación de algún tipo”.
Este lunes, cuando se retomaba la rutina laboral y volvía el ritmo de trabajo a cada una de las oficinas y departamentos del centro de distribución Polar, la pregunta de “qué pasará” seguía intacta.
Como empleados de una gran organización venezolana, comprometidos con aquella filosofía empresarial que les lleva sustento al hogar, siguen cumpliendo con la tarea encomendada: trabajar.
Durante esta Semana Santa comprobamos que somos una familia. Estuvimos todos, los 300 de cervecería y los 500 de Pepsi, divididos por turnos, algunos desde la 7:00 de la mañana hasta las 7:00 de la noche y otros toda la noche. Muchos fueron los que suspendieron pasajes de vacaciones y se sacrificaron para cuidar este lugar, agregó el sindicalista.
Y pese a que ningún funcionario gubernamental o de seguridad se acercó por el lugar, siempre mantuvieron los sentidos bien abiertos ante cualquier carro sospechoso o peatón fuera de lo cotidiano. “Siempre hay carros que pasan y nos parecían sospechosos, pero no pudiéramos asegurar nada”.
Invitó a una misa que tendrá lugar este miércoles 11 de abril en el parque Maltín, a las 5:00 de la tarde, para pedir protección sobre las amenazas que se ciernen sobre la empresa y el riesgo que sienten latente sobre sus puestos de trabajo.
La eucaristía es abierta a los trabajadores de Polar y Pepsi, empresas vecinas que quieran mostrar su solidaridad y colectividad en general.
Foto: Edickson Durán