Gran parte del territorio de Italia se ha visto azotado por intensas lluvias y fuertes vientos que provocaron caídas de árboles e inundaciones de carreteras y de locales.
Venecia es una de la ciudades más afectada por las fuertes precipitaciones, la segunda peor inundación de su historia, solo comparable a la que se produjo en 1966.
Según el periódico italiano Il Messaggero, las actividades educativas de algunos colegios han sido suspendidas, así como el cierre de varios cementerios y parques públicos.
En las redes sociales usuarios mostraron vídeos y fotos de agua corriendo a una gran velocidad por las calles de los distritos históricos, penetrando con gran fuerza en las viviendas y causando daños materiales.