Quienes llegaron a la Galería de Arte Villalón el jueves 24 de octubre, estamparon un lazo rosado sobre el dibujo de una mujer, como parte de una dinámica previa a entrar al conversatorio Manejo emocional y cáncer de mama, guiado por el grupo Psicocrecer, la oncóloga Ludith Gollo y el mastólogo Fabio Adami.
Comenzó la Dra. Ludith Gollo, desde el punto de vista médico. Aclaró que cualquier diagnóstico puede generar ansiedad, sin embargo, señaló que el cáncer es una condición que produce incertidumbre e inseguridad tanto en quien es diagnosticado como en su entorno familiar.
Prosiguió el Dr. Fabio Adami, quien vio la oportunidad de explicar que cada paciente debe identificarse con algo que le de fuerzas para salir adelante; una palabra, una situación o una actividad. «Hay que saber con qué se identifica el paciente para que, junto a esa sensación positiva, el sistema inmunológico lo acompañe durante el tratamiento», comentó.
El primer paso, es identificar las emociones
La psiquiatra María Alejandra Guedez comenzó la intervención de la triada Psicocrecer, al contar su experiencia como paciente diagnosticada con cáncer de mama. Dijo que al principio exteriorizó rabia y enojo, cuando internamente tenía mucho miedo. «Es importante dejarse sentir e intentar en lo posible de tener una relación cercana con el médico tratante», recomendó.
Con respecto a cómo manejar las emociones entre parejas o amistades, la psicóloga Mariflor Pérez explicó que mientras más alcance afectivo tenga la relación, más cambios en la rutina —debido al tratamiento— son los que hay que aceptar y de los cuales recomienda conversar.
«Es importante comunicar lo que sentimos de forma clara y honesta. Decir lo que no me gusta, comunicar lo que necesito y ponerse en el espacio del otro. Pueden apoyarse en un profesional y para eso estamos nosotras aquí».
Cerró la psicóloga Claudia Bustillos, al explicar cómo debe informarse a los niños y adolescentes acerca del diagnóstico en sus padres o algún familiar.
«Lo ideal es que lo comuniquen los padres. Ellos aprenden por imitación, copian las reacciones, entonces hay que intentar estar tranquilos al dar la noticia. Si se siente las ganas de llorar, también es positivo porque el niño sabe que puede llorar sin sentirse juzgado» añadió.
Finalmente, Jeysa Villalón confesó que si bien no tiene cáncer de mama, es paciente de leucemia. Por ello, se alegra en saber que los espacios de la Galería de Arte Villalón sean un punto de encuentro multidisciplinario para conversar acerca de temas como este y acompañar desde el arte a quienes viven esa experiencia.