Lo que está pasando en Chile no es más que el resultado del encuentro de los integrantes del Foro de Sao Paulo, en Caracas.
Al hacer tal señalamiento el profesor universitario y politólogo Santiago Andrés Rodríguez,. comenta que “en nuestras narices quienes se identifican como socialistas organizaron incendiar a Latinoamérica”.
Vinieron a legitimar a Nicolás Maduro, a darle oxígeno y a planificar una ola de agitación.
Conviene resaltar que el Foro de Sao Päulo funciona con nuevas banderas: el indigenismo, el ambientalismo y la ideología de género.
De esa forma tratan de exacerbar a las minorías que están relacionadas con esos ámbitos. Y de explotar la inconformidad con violencia.
Lo del indigenismo lo vimos en Ecuador cuando el presidente Lenin Moreno trató de aplicar políticas, a corto y largo plazo, para sanear la economía.
Y ya hemos visto lo que ha pasado en Chile, después que el presidente Sebastián Piñera adoptara medidas también de tipo económico. Y resulta insólito cuando Chile tiene menos del dos por ciento de inflación y ha tenido una de las economías con mayor crecimiento en los últimos cinco años.
Evidentemente, tras la manipulación y la utilización de la violencia, el Foro de Sao Paulo busca desprestigiar los avances y progresos de los países que democráticamente tienen políticas liberales, que benefician a la población.
Y lo hacen porque el socialismo lo que ha hecho es sumir en la pobreza a la gente, como ha ocurrido en Venezuela, que es el caso más significativo en estos momentos.
Maduro no podía permitir ese contraste en este momento en que está pasando por los momentos más difíciles su régimen. Y esa es la razón por la cual el Foro de Sao Paulo se reunió en Caracas.No es de extrañar que algo ocurra en Argentina, donde se trata de avivar la llama de la izquierda.
Por su parte, el ex parlamentario Carlos Canache Mata dijo a Elimpulso. com, que mueve a preocupación lo que está pasando en Chile, ya que no existe la menor duda de que en un país con una economía fuerte la violencia tiene que haber sido estimulada desde afuera, programada por el Foro de Sao Paulo.
Si bien es cierto que todavía en América Latina los gobiernos democráticos tienen problemas, no es menos verdadero que la democracia siempre tiene la amenaza de los llamados socialistas, izquierdistas o marxistas, quienes persisten en un modelo fracasado, que nunca ha podido garantizar elevar las condiciones de vida de los pobres, sino al contrario, empeorarlas.