El último campeón River Plate quedó a tiro de jugar una nueva final de la Copa Libertadores al vencer 2-0 a su clásico rival Boca Juniors el martes, en el duelo de ida de una de las semifinales.
Los goles fueron convertidos por el delantero colombiano Rafael Santos Borré, de penal a los 8 minutos, y el volante Ignacio Fernández, a los 70, en el estadio Monumental, colmado con 70.000 simpatizantes locales.
El cruce se dio menos de un año después del triunfo de River sobre Boca en la final histórica y convulsa del torneo continental, definida en Madrid y considerada el clásico más importante de todos los tiempos.
La vuelta de aquella final debió mudarse a la capital española luego que hinchas atacaron con piedras y otros proyectiles el autobús que transportaba a los jugadores boquenses hacia el Monumental.
“Se vio un justo ganador. Fuimos superiores, nuestra búsqueda tuvo su premio”, destacó el técnico millonario Marcelo Gallardo, autor intelectual de una histórica paternidad sobre el clásico rival en duelos de eliminación directa en el último tiempo. “Vamos a jugar en un contexto muy adverso, pero también sabemos resolver situaciones en esos contextos. Podemos ser muy peligrosos de visitantes”.
Dos goles de ventaja y la propia valla en cero dejan a los millonarios como claros favoritos para la revancha que se jugará el martes 22 de octubre en La Bombonera. El objetivo es la final que se disputará el 23 de noviembre en Santiago de Chile, la primera a un solo partido en la historia del certamen continental.
“Para nada consideramos que la llave está cerrada. Quedan 90 minutos, tenemos una vida. Vamos de dejar la piel para dar vuelta la serie”, afirmó Gustavo Alfaro, técnico de Boca. “En lo anímico no hay que trabajar, estos muchachos están de pie. Podemos quedar eliminados pero en la cancha de Boca vamos a dejar la vida”.
Lejos de la autocrítica, el delantero Ramón Ábila apuntó contra el arbitraje.
“Se ve que están con crédito en el teléfono los del VAR porque llaman siempre», ironizó. “Hoy nadie pidió penal y se lo dieron igual”.
Todavía se estaban probando la ropa del partido cuando llegó la jugada que derivaría en ese penal a favor de los locales. Tras la advertencia del videoarbitraje (VAR), el silbante brasileño Raphael Claus revisó la acción y sancionó una falta del lateral Emanuel Más sobre Borré en el área. El atacante colombiano ejecutó la pena con derechazo alto y al medio.
Lo que siguió fue un trámite dominado por los millonarios, que si no se vio plasmado en la red por un marcador más amplio fue en parte gracias a las manos del arquero boquense Esteban Andrada y a los cierres a tiempo del zaguero y capitán Carlos Izquierdoz.
El también guardameta de la selección Argentina le contuvo una media vuelta a Borré con destino de gol y luego despejó un tiro libre de derecha del uruguayo Nicolás De la Cruz.
El plan de juego de Boca consistió en pelotazos largos para el centro-delantero Ábila, que de espaldas al área rival apostaba a peinar el balón para alguno de sus compañeros. Pocas veces resultó. No obstante, el equipo de Alfaro acarició la igualdad a los 17 con un fortísimo remate de media distancia de Alexis Mac Allister que el arquero local Franco Armani, también del seleccionado albiceleste, mandó al tiro de esquina.
Antes del descanso, el juvenil Nicolás Capaldo se perdió el empate cuando Ábila lo dejó sólo para definir pero el volante tiró el balón por arriba del travesaño.
Los ingresos de jugadores más ofensivos en Boca _Carlos Tevez, Eduardo Salvio y Mauro Zárate_ no cambiaron la ecuación.
El último campeón dio otra vez el golpe con una gran jugada colectiva que inició Fernández. Desbordó Matías Suárez por derecha y tiró el centro atrás para el volante, que anticipó a tres defensores boquenses y anotó el segundo.
En tiempo cumplido, Capaldo recibió la roja por una fuerte infracción.
“Es una ventaja importante pero no definitoria. Va a ser difícil allá, tendremos que hacer un partido inteligente”, avisó el mediocampista riverplatense Enzo Pérez.
Los boquenses aspiran a ganar la séptima Libertadores de su historia y así igualar a Independiente, el máximo ganador del certamen. River, por su parte, apunta a la quinta copa y la tercera bajo el mando de Marcelo Gallardo tras las obtenidas en 2015 y 2018.
Por la otra semifinal, Gremio y Flamengo de Brasil juegan este miércoles en Porto Alegre.