La política que ha venido desarrollando el régimen de otorgar, periódicamente, bonos a tenedores del carnet de la patria,tiene el propósito de ejercer control social sobre una parte de la población y, en general, es discriminatoria, manipuladora y genocida.
Tras hacer esta descripción, la socióloga Isvet Fernández, aclaró que no es una política pública que incremente la producción, mejore los salarios y permita elevar la calidad de vida de la población.
Al haber destruido el aparato productivo, el régimen ha hecho que país sea cada día más dependiente de la producción extranjera y, por supuesto, beneficiar la economía china, rusa y de otros países.
Es así como diferentes potencias manejan el hambre a su antojo cuando nos proveen de los productos básicos, a los cuales se les ha agregado el valor de las importaciones.
Al mismo tiempo ese discurso del régimen contra el imperio norteamericano es completamente falso, porque lo que ha hecho es cambiar de dueño, de uno más cercano, a los que están más distantes como China y Rusia, principalmente, así como de otras naciones.
A través del otorgamiento de los bonos se aplica una política discriminatoria intencional.
Con esas bonificaciones se manipula a la gente, porque se compensa momentáneamente la adquisición de algunos bienes materiales, pero nada se hace por parar la hiperinflación que devora los escasos ingresos de los trabajadores, agrega Fernández.
Además de ser una política manipuladora y discriminatoria, es genocida porque el hambre y las enfermedades están atentando contra la vida de las personas,ya que nada hace el régimen para aplicar una verdadera política de salud que llegue a todos los sectores.
Como el rechazo que tiene el régimen,si el objetivo final buscado es alcanzar el mayor número de votos en cualquier elección que se haga, no todos los que reciben los bonos votarán a favor de los candidatos oficialistas porque hay un gran descontento en la población.
«Reciben los bonos, pero la gente no es tonta porque no la pueden engañar, ya que se necesitan aproximadamente sesenta salarios para adquirir la cesta básica.
No hay políticas sociales porque este es un régimen que se ha caracterizado por la corrupción y la práctica de la matraca para hacer cualquier gestión».