El crédito es lo que hace la diferencia entre que una país sea miserable o no, ya que es lo que dinamiza la economía, asegura presidente de la Confederación de Industriales de Venezuela, Adán Celis Michelena, al ser consultado en torno al impacto que ha tenido en el aparato productivo nacional, la políticas de encaje aplicadas por el Gobierno a través del Banco Central de Venezuela.
Señala que el encaje bancario ha tenido un gran impacto, en la contracción de la economía, pero admite que no es solo el encaje no es solamente lo que ha afectado a la economía, recordando que la economía no es una sola cosa, son muchas cosas, indicando que al final del día la palabra mágica es confianza.
“La política de encaje que es lo que produce, que no te dan créditos, si no tenemos financiamiento en la industria, esta no se desarrolla, no todo el mundo tiene la capacidad de desarrollar sus industrias a pulmón propio, además el crédito es lo que hace la diferencia entre que una país sea miserable o no, ya que es lo que dinamiza la economía y el encaje restringe el crédito; pero junto con esto, las políticas de controles de precios”.
Restó importancia la reconversión monetaria implementada por el Ejecutivo, señalando que lo que hizo fue quitarle unos ceros a la moneda, que ya los vuelve a tener, ya lo hemos repetido, medidas aisladas no llevan a ningún lado, para cambiar los temas económicos, y para poder hacer que el país progrese, se tienen que implementar una serie de políticas que conduzcan a generar confianza e impulsen las nuevas inversiones.
“Lo primero que tiene que hacer es emitir una declaración formal, diciendo no vamos a expoliar más ninguna empresa en Venezuela, eso se va a guiar por los tribunales del país”, afirmó.
Señaló que Conindustria tiene un estudio integral, que establece los lineamientos que se deben aplicar para impulsar el proceso de reindustrialización del país, sin embargo, recordó que en este momento en el país la mayoría de las empresas tienen una capacidad ociosa superior al 80%, indicando que lo que hace falta es que se establezcan reglas claras del juego, se garantice la seguridad jurídica, para que estas empresas puedan retornar a sus antiguos niveles de producción.
“En Venezuela hay cientos de leyes que están dirigidas a perseguir y a controlar el aparato productivo del país, es decir que estás operando dentro de un marco legal que en lugar de producir empresas, lo que hace es eliminar empresas”, dijo Adán Celis Michelena.