Mucha gente se está preguntando hasta dónde subirá el precio del dólar, que cada día incrementa su valor frente al bolívar y, por supuesto, causa preocupación por la hiperinflación que está sufriendo la inmensa mayoría de la población venezolana.
El Dr. Salomón Centeno, exdiputado a la Asamblea Nacional, donde por dos años fue vicepresidente de la Comisión de Economía y cuatro años de la Comisión de Finanzas, afirma que el problema, contrario a lo que señala el régimen, no es de afuera sino del propio Gobierno.
Porque ha dejado a la deriva todo lo que tiene que ver con la política cambiaria. Aún más: no se ha propuesto ejecutar un plan armónico en política monetaria, cambiaria y fiscal.
Al no tener un plan estructural que apunte a corregir la inestabilidad monetaria siempre vamos a tener una situación como la que vemos.
Generación de dinero inorgánico
Cuando hablo de política fiscal, expone, tenemos un presupuesto deficitario que el gobierno resuelve con la generación de dinero inorgánico, ya que pone a funcionar la maquinita del Banco Central para producir bolívares.
Al entrar esa masa monetaria al circuito circulatorio de la economía, dado los altos niveles de desconfianza hacia el valor de la moneda, todo ese dinero que entra empieza a presionar sobre la demanda de dólares, como consecuencia de la deficiencia en la producción petrolera que tradicionalmente ha generado los ingresos en divisas, fundamentalmente en dólares.
Como éstos se han hecho más escasos, comienza el proceso de presión de los ciudadanos, de las empresas, de la economía sobre los pocos dólares existentes en el mercado y hace que se produzca este maremagnum que tenemos con la subida del precio de la moneda estadounidense.
La irresponsabilidad del régimen
Hay que recordar que hasta hace poco más de dos meses hubo cierta estabilidad, pero de un mes para acá el régimen, particularmente Pdvsa, comenzaron a hacer pagos en bolívares y la gente al recibirlos salía corriendo a cambiarlos por dólares.
Para el Dr. Centeno es una política errada, inconstitucional por parte del gobierno, hacer que la presión sobre la moneda sea cada vez más constante, por lo cual se ha venido produciendo esta escalada.
El dogma de hace veinte años
Dice el economista que el régimen no modificará su política económica porque ha asumido como un dogma lo que está haciendo, sin importarle las consecuencias que ha traído para la economía y la población
De establecerse un programa de estabilización macroeconómica habría que hacer los ajustes a través de un tipo paquete.
Uno tiene claro que el gobierno per se no lo haría porque sería admitir que tiene veinte años equivocándose.
Las negociaciones políticas
¿Hasta cuándo podría soportarse esta situación?
El Dr.Centeno manifiesta que existe la posibilidad de que se busque cierta estabilidad mediante avisos de tipo político que apunten a una solución por la vía de la transición, mediante un proceso electoral, a fin de darle salida al problema político.
En eso muchos venezolanos tienen aspiraciones en la ronda de conversaciones en Barbados con el apoyo de la comunidad internacional, y particularmente de Oslo.
Estas negociaciones pudieran traer tranquilidad en los actores económicos y políticos del país y con ello cierta estabilidad en los vaivenes de la economía.
Se tendría la esperanza de que en cierto tiempo podría haber un cambio político en Venezuela que lleve a la formulación de una política económica que atienda los grandes desequilibrios que en estos veinte años ha acumulado el aparato económico.
El ajuste del dólar
Por otra parte, cuando nosotros vemos que muchos ciudadanos señalan que hay una inflacion en dolares, conviene aclarar que eso no existe, sino que simplemente el dolar se esta ajustando a los niveles de inflación e hiperinflación.
Muchos productos que se comercializan en el mercado venezolano son más baratos en dólares en que en la moneda nacional.
Sería deseable que se produjeran medidas en el país que propendan a evitar que el dólar continúe con su escalada. Si no se producen anuncios en materia política que tranquilicen a la sociedad, o no se formulen medidas estructuradas para esta situación vamos a tener un dólar, cuyo precio pudiera convertirse en infinito.
Hay quienes apuntan a que el dólar pudiera estar bordeando los veinte mil bolívares, pero eso sería un golpe fulminante para la mayoría de la población.