La revolución Bolivariana es una gran farsa, señala el partido Unidad Política Popular 89 (UPP89) que forma parte de la disidencia del chavismo, en un extenso documento crítico, dirigido a los delegados internacionales que asistirán al XXV Encuentro del Foro de Sao Paulo que tendrá como sede a la ciudad de Caracas y se realizará del 25 al 28 de julio de 2019.
Este evento que congrega a partidos y movimientos políticos de izquierda de América Latina, contará también con la asistencia de delegaciones de Europa, Asia, África y Oceanía, al igual que de Norte América. Se espera la asistencia de cerca de 700 delegados internacionales.
El documento que viene suscrito por el Coordinador Nacional de la UPP89 y ex – candidato presidencial en las elecciones del pasado 20 de mayo de 2018, Reinaldo Quijada, indica que el proceso político que encabeza el Presidente de la República Nicolás Maduro – calificado de “tragedia nacional” – no tiene la cualidad de “revolución”.
Entre las contradicciones mayores, se dice que ha creado “una estructura de explotación que se asemeja mucho a la estructura de explotación feudal o capitalista, y sigue los mismos patrones de ella”. Esto, según los autores del documento, se sustenta en “una relación perversa de dependencia material e ideológica de una parte del pueblo venezolano hacia el gobierno” por vía de los programas sociales de ayuda económica como el programa de las cajas CLAP y los bonos, y de mecanismos de “control social” y de control “de la mente de un sector importante” de los venezolanos.
“Como toda relación de dependencia se busca que ésta se perpetúe en el tiempo para que el ciclo de explotación y de subordinación pueda mantenerse ad infinitum. Así, progresivamente, el gobierno de Maduro ha logrado controlar y condicionar buena parte del proceso cotidiano de la vida social, económica y política de un número considerable de venezolanos. Ha buscado hundir al individuo en la resignación y la pasividad, y lo ha logrado, y subyugarlo por vía de las necesidades, y las carencias, materiales primarias”, señalan.
Todo un entramado sórdido de una casta privilegiada, ávida de poder y voraz en su deseo de preservarlo. Por un lado, la alienación ideológica de un segmento considerable de la sociedad venezolana que se muestra agradecida con su opresor o confundida y, por el otro, la ideología misma, entendida como “falsa conciencia”, como instrumento para ocultar o encubrir, y justificar, un ciclo permanente de explotación humana, puesto al servicio de una parcialidad política” son parte de los fuertes cuestionamientos que se le hacen al gobierno y al partido de gobierno.