Cuando en octubre de 2010, Hugo Chávez expropió la empresa Agroisleña, que era la proveedora de insumos y comercializadora de productos agrícolas del país, comenzó la destrucción de la producción agropecuaria en Venezuela.
Al hacer la afirmación Maximiliano Pérez, presidente de la Asociación Venezolana de Caficultores, dice que el intento de sustituirla esa firma por Agropatria no funcionó porque de ésta se apoderó inmediatamente, como ha ocurrido con todas las empresas expropiadas por el régimen, la corrupción y, desde luego, la incompetencia.
No hay nada para sembrar
Esa expropiación fue el peor daño que se le hizo al campo venezolano, prosigue. Ahora no hay vacunas para el ganado, ni fertilizantes, ni fungicidas, ni nada para el control fito sanitario.
Así como surgió Venezuela en la época colonial, desde El Tocuyo, comenzó el desarrollo agrícola vigoroso en esa misma población larense cuando el emprendedor
Agroisleña comenzó en El Tocuyo
Enrique Fraga montó el primer negocio para producir cebolla y después se alió con otros cuatro de sus compatriotas canarios para fundar Agroisleña.
Esta fue la empresa fundamental que, a partir de 1958, se dedicó a ayudar al productor campesinos y logró tener ocho silos y alrededor de ochenta sucursales en todo el país.
En Lara existía Agroisleña en El Tocuyo, Quíbor, Carora, Duaca, Siquisique y, asi como aqui, en los principales municipios agrìcolas de Venezuela.
Cualquiera llegaba a uno de esos establecimientos y lo único que le pedían era la cédula de identidad y el dinero que costaba lo que necesitaba el productor.
La siembra de la corrupción
Cuando Chávez se apoderó malamente de Agroisleña para sustituirla por Agropatria, exigían en esta dependencia oficial la tradiciòn legal de la finca de antes de Simón Bolìvar.
Pero, inmediatamente, comenzó la corrupción, ya que cuando el cliente solicitaba cualquiera de los productos, uno de los despachadores le decía que en el establecimiento no lo había, pero que alguien -cuyo nombre suministraba enseguida- fuera del negocio lo tenía. Y por supuesto, que sí lo tenìa, pero al precio que ese fulano quería vender. Naturalmente, ese individuo era uno de los afectos al régimen chavista.
Desapareció la asesoría
Agroisleña no sólo proporcionaba los insumos, sino la asistencia técnica. En cada sucursal estaban los técnicos que iban a las fincas para revisar el ganado y asesorar a los productores en los rubros que deseaban sembrar. No cobraban nada por el asesoramiento, porque esa era parte de la labor que cumplía esa empresa en todo el territorio nacional.
En estos momentos de escasez y carestía, la situación se torna muy grave, porque directivos de Fedeagro han anunciado que apenas se ha sembrado entre el diez y el quince por ciento de las necesidades alimenticias de la poblaciòn. Esto nos indica que habrá hambre. Porque ya no existen las compañías agropecuarias de antes, donde se conseguían las semillas, los repuestos para los equipos y todos los demàs insumos.
Falta de combustible agrava el problema
¿Cómo se puede trabajar en el campo si no hay còmo sembrar? , se pregunta Maximiliano Pérez. Por falta de combustible, ya Barinas y los estados andinos han informado que no van a poder suministrarles alimentos al centro del país, porque no pueden movilizar las gandolas o los camiones.
Aún más, tenemos conocimiento de que algunos productores han sido puestos presos por comprar un bidón de gasolina.
A Chávez como pasa ahora con Nicolàs Maduro se les olvidó que no existe ningùn sistema productivo que se desarrolle a pèrdidas.
De la expropiación al desastre
Tras el aullido de ¡expropièse!, se desató la guerra econòmica con la ley de tierras. Se impuso la inseguridad jurídica y se acrecentó la delincuencia, que ha venido actuando a sus anchas en el medio rural: robos, secuestros, intentos de asesinato, cobro de vacunas. Y el mayor ejemplo se dio la semana pasada cuando los delincuentes incendiaron la Galletera Puig, de Maracay, estado Aragua.
Suponiendo en estos momentos que regalen las semillas, los químicos, los fertilizantes y la asesoría técnica. ¿Quièn puede trabajar si no tiene el combustible para prender las plantas eléctricas que con las mismas se podría generar la energìa para el riego? Nos referimos sólo a un cultivo: la caña de azùcar. No se puede hacer. Ni siquiera para extraer el agua de los pozos profundos.
La dificultad de importar
Y si no se puede producir, tampoco se puede importar producto alguno porque los exportadores de los países que nos podrían suplir los rubros no lo hacen porque las exportaciones se hacen bajo una planificación y, por supuesto, mediante el pago en dólares con los cuales no se cuenta en estos instantes.
De modo,pues, que la expropiación de Ägroisleña lo que ha traído es una tragedia para el campo.
Y todo se debe a que esas políticas comunistas totalitarias, como ha ocurrido en todo el mundo, no sirven para incrementar la producción agropecuaria, ni para aliviar la situaciòn de los pobres, porque éstos son los màs perjudicados porque el hambre les corroe el estómago, ya que no cuentan con dinero para adquirir los alimentos en forma suficiente.