Rufo Antonio Chacón Parada, el adolescente de 16 años a quien funcionarios de un operativo combinado de la Policía del estado Táchira y la Policía Nacional le dispararon 56 perdigones a quemarropa y le vaciaron los dos ojos, recibirá tratamiento psicológico, ya que todavía no ha podido salir del estado de conmoción que le produjo el ataque criminal del que ha sido víctima.
Al mismo tiempo, la comunidad de Táriba, donde ocurrió el trágico suceso, se encuentra molesta y solidaria con el adolescente, que el próximo 30 de este mes iba a recibir su título de bachiller al culminar sus estudios en el liceo Luis López Méndez, informó Arturo Molina, dirigente comunal tachirense, a elimpulso.com.
Los ánimos no se han calmado entre los habitantes de Táriba, ya que consideran que si bien se tiene conocimiento de la identidad de dos funcionarios que participaron en el grave delito, también debe establecerse la responsabilidad de las autoridades superiores que dieron la orden de utilizar elementos y sustancias nocivas contra un grupo de amas de casa, que estaban acompañadas por hijos y otros familiares.
El general de brigada Jesús Arteaga, jefe de la Policía del Táchira, hizo saber que los funcionarios Javier Useche Blanco y Henry Ramírez fueron encontrados como responsables de haber accionado sus armas para disparar los perdigones contra Rufo Antonio Chacón Parada, también fue agredido el hermano menor de este joven que trató de intervenir para evitar que siguiera siendo masacrado.
El suceso se produjo frente a la panadería El Viajero, que ha sido el sitio escogido, desde hace años, para las protestas de los vecinos porque se encuentra a la entrada de la autopista San Cristóbal-La Fría.
El primero de julio había en ese lugar unas treinta personas, en su mayoría amas de casa, con sus hijos y otros familiares, con las bombonas de gas esperando que Víctor Benítez, gerente de Gas Comunal en la zona, cumpliera su palabra empeñada el jueves de la semana pasada cuando les anunció a los usuarios que el carburante llegaría entre el lunes y el martes.
Este funcionario estuvo en el lugar de la protesta tres veces, pero en la última dijo que no llegaría el gas, motivo por el cual la gente se exaltó y en respuesta recibió a una comisión de aproximadamente setenta efectivos de la Policía del Estado y de la Policía Nacional, que llegó disparando.
Ninguna de las personas que manifestaban tenían piedra, ni palo, ni ningún otro objeto distinto a las bombonas que habían colocado en la vía, pero dejaban libre el paso de los vehículos.
Fue una represión inhumana, criminal, destinada a causar daños físicos a una gente que se encontraba manifestando pacíficamente, reiteró Molina. El anuncio de que fueron dos los que dispararon no exime de responsabilidad a quienes dieron la orden de actuar de esa forma contra los manifestantes.
Conviene resaltar que tan pronto asumió la gobernación del Táchira la doctora Laidy Gómez, el Ejecutivo Nacional intervino la Policía del Estado y nombró a un nuevo comandante.
Esa intervención es de mando y no del pago a los funcionarios de ese cuerpo, lo cual constituye un hecho irregular. La gobernadora ha venido en forma insistente reclamando la normalización de la situación, sin resultado alguno.
Ahora que ha ocurrido este hecho que desgracia a una familia humilde, no sólo la gobernación ha expresado su preocupación y condena por lo sucedido al joven Rufo Antonio Chacón Parada, quien se encuentra recluido en el Hospital Central de San Cristóbal, sino que en ese centro hospitalario se encuentran funcionarios de la secretaría del Ejecutivo Regional, Corposalud, Seguridad Ciudadana y otras dependencias muy atentos al desenvolvimiento del estado de salud del adolescente.
Como éste ha venido presentando un estado depresivo muy delicado, en el curso del cual ha expresado la intenciòn de no seguir viviendo, la gobernación está gestionando el tratamiento psicológico que requiere para lograr su recuperación emocional. De igual forma su madre, Adelina Parada, amerita atención especial porque se encuentra muy abatida por lo que le ha pasado a su hijo.
