Recién hace poco el Colegio Adventista Miguel Ángel Granados cumplió 75 años de haber sido fundado. Y su lema central es el que encabeza estas humildes reflexiones. EDUCACIÓN PARA LA ETERNIDAD. Pero estoy casi seguro que cualquier Ministro de Educación, Director Regional de Educación o algún prominente Director de Instituto Universitario, Primaria, Media y Diversificada se sorprenderán con dicho lema, por cuanto no les suena muy académico. Pero resulta, que este lema nos proyecta hacia la verdadera Educación Superior.
La educación OFICIAL no considera los valores morales y espirituales contenidos en la Santa Biblia. Concluyen, que dicha educación es fanatismo religioso. Si los gobiernos execran de las aulas la posibilidad de ofrecer valores espirituales y morales sustentados en la Palabra de Dios podemos sufrir GRANDES PÉRDIDAS. Cuando en Francia triunfó LA REVOLUCIÓN FRANCESA instituyeron en su Constitución Nacional “Dios no existe” Y lo que vino después fue el Reinado del Terror.
Si, según la ley, Educación Superior es sinónimo de Educación Universitaria La llaman Alma Mater bastión de las ideas. La fuerza intelectual que mueve los pensamientos. Centro nodal donde convergen los movimientos que exaltan una nación. La llaman Educación Superior, pero de superior tengo mis dudas. ¿Por qué? Como catedrático que fuimos en la Universidad vivimos los errores de ortografía y redacción por doquier. Existe un divorcio evidente entre el rendimiento académico, la educación informal y los valores morales de la sociedad. El peso social de la juventud universitaria se mide por la capacidad de “estar a la moda” y eso constituye la debacle de muchos jóvenes que se forman en las universidades. El consumo de alcohol, sexo y drogas se ve como normal. Lo cual denota más bien una educación inferior. Y no hablemos de la situación de la llamada Educación Superior hoy día en este país.
La verdad verdadera es que la genuina Educación Superior es aquella que no solo te otorga un título universitario sino que te prepara para la vida. Que siembra los valores espirituales y consecuentemente morales que te harán ciudadano para la eternidad. Pero también, cuando proyecta la mente del niño o del joven con este divino objetivo, está sembrando los valores indispensables de honestidad, responsabilidad, justicia y equidad que hacen más fuerte la familia, la sociedad y por supuesto una nación. Y esa es la misión de la Educación Adventista, la cual, el Colegio Miguel Ángel Granados esparce, ya, por 75 años de manera ininterrumpida.
Es la misma educación que recibieron los jóvenes hebreos Daniel, Ananías, Misael y Azarías y cuando les tocó enfrentar un régimen político opresor, supieron mantener el equilibrio, la honestidad y los valores familiares, morales y espirituales. Y los llevó a tener una excelente opinión de los gobernantes.“Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje real de los príncipes, muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey” Dan.1:3,4.
“Estos jóvenes habían recibido una educación correcta en sus tempranos años; y ahora, cuando estaban separados de la influencia del hogar y de las compañías santas, honraron a los instructores de su infancia. … No tenían tiempo para malgastar en placeres, vanidad o necedad. No estaban impulsados por el orgullo o la ambición indigna; mas procuraron conducirse dignamente, para honra de su propio pueblo oprimido y para la gloria de Aquel a quien servían”. Helen White.
¿Cómo les parece?
¡Esta, es la verdadera Educación Superior! La EDUCACIÓN PARA LA ETERNIDAD. Hasta la semana próxima DIOS mediante por la WEB.
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William Amaro Gutiérrez