Mañana miércoles se celebra el Día del trabajador. Y yo pregunto ¿acaso todavía quedan trabajadores en este país? Una pregunta un poco loca. Que solo pretende llevarme a la reflexión de hoy. ¡Por supuesto que quedan! Y yo diría que el nivel de crecimiento de los trabajadores en este país ha aumentado, sobre todo en el sexo femenino. En las mujeres que quedan solas por cuanto la situación país ha ahuyentado en desbandada a los esposos y padres irresponsables unos. Otros han tenido que salir del país y de los hogares, debido a la terrible crisis social, política y económica que azota nuestro pobre nación. Está claro que no hay futuro promisor para nadie. Y los llamados programas de beneficios sociales que tanto “cacarea” el gobierno por medios informativos, en realidad no llegan con regularidad y si acaso llegan no alcanza para nada. Los eternos flojos solo esperan esa ayuda, la corrupción es espantosa y por allí se van los recursos.
Otro sector trabajador que ha crecido de manera exagerada es el de los ancianos, la tercera edad. Tanto masculino como femenino. Solo eche una mirada a su alrededor y verá abuelos y abuelas que deberían estar plácidamente en sus hogares recibiendo la recompensa del descanso por su labor milenaria salen a rebuscarse para llevar algo para su casa. Nunca vieron una situación en el país tan triste y precario. Y son el transporte matutino con lluvia o sol ardiente de sus nietos a la escuela porque sus padres se han ido o no pueden atenderlos por cuanto están trabajando.
Y que diremos de los niños trabajadores. Otro sector que crece a pasos agigantados en este país por cuanto los padres y madres de escasos recursos, los sacan a la calle para que pidan limosna o visiten urbanizaciones pidiendo comida. ¿Cómo les parece?
De verdad el tema político nunca me ha gustado ventilarlo en mis artículos, pero la realidad que vivimos en Venezuela ya no es un tema político sino existencial. Vivencial. No se puede esconder. Para nadie es un secreto que miles de empresas, industrias, comercios grandes, pequeños y miniaturas han desaparecido y sus trabajadores han perdido sus puestos de trabajo. La ridícula postura anticapitalista del gobierno solo muestra un cargamento de envidia, egoísmo y perversidad que a los ojos del Evangelio y a la vista de Dios es una horrible falta. Nos recuerda uno de los pecados más aborrecidos por Dios “No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo” Ex20:19. Y esto es lo que siempre ha estado anidado en el corazón de la gran dirigencia socialista y comunista. Poder ser capitalistas también.
Sin embargo, el ESPÍRITU SANTO no se ha apartado totalmente de esta tierra y sobre todo de este país y todavía queda gente honesta y trabajadora quien es movida por él. Que subsiste a pesar de la perversión gubernamental. Gente, incluso dentro del gobierno que es honesta, transparente y laboriosa que lo hace con sinceridad y tenemos que decirlo públicamente. Directores de proyectos habitacionales y empresarios que se han convertido más bien en servidores públicos al subsistir con sus negocios. En lo particular debo mencionar la empresa de gas de Carora Paiva Gas y sus dueños, quienes hacen “de tripas corazones” para servir a la comunidad. Y en nuestra urbanización el popular Cabo quien “pelea la buena batalla” también, con su negocio de verdulerías. A ellos, un DIOS les bendiga. Que no hay mal que dure cien años. Y todo está puesto en manos de Dios. Hasta la próxima semana por la WEB.
William Amaro Gutiérrez