Romper el silencio es sanador y hacer la denuncia trae consigo un sentimiento reparador, como dijo la pediatra y defensora de niños, niñas y adolescentes, Adda Rivero Algarra al hablar del abuso sexual infantil.
En el Programa de Ayuda a Niños y Adolescentes en Circunstancias Especialmente Difíciles (Panaced), defensoría social que funciona en la consulta externa del Hospital Universitario Pediátrico Agustín Zubillaga atienden a víctimas infantiles de todo tipo de abusos.
Adda Rivero indicó que de los 960 casos atendidos por diversas causas entre enero y octubre del año 2012, 200 fueron relacionados con abuso sexual, 30 de ellos a niños menores de cinco años, siendo el target más alto entre niños de 5 a 9 años.
“No importa si las cifras aumentaron o se mantienen, porque un sólo niño que sufra este tipo de abuso grave le trastornan su futuro y su vida”, recalcó Rivero.
¡No me toques!
Se debe hacer énfasis en la prevención, cuando los padres le dicen a los niños que sus partes íntimas no deben ser tocadas, y establecer la diferencia entre una demostración de afecto.
Según los estudios y pruebas existentes, el abusador es alguien cercano, un tío, primo, padrino, amigo de la familia, vecino y en los peores casos el mismo padre.
“Se les debe creer a los niños cuando dicen que fueron abusados o tocados. A veces no tienen que tocarlos, porque el hecho de masturbarse frente a un pequeño se considera un abuso sexual”, determinó la pediatra Rivero.
Es un deber denunciar
Todo médico o personal de salud que reciba un caso de maltrato infantil o abuso sexual debe denunciarlo al Ministerio Público, según se establece en la Ley orgánica de Protección al niño, niña y Adolescente (Lopnna), en sus artículos 91 y 285.
“La ley obliga a todo profesional, sea asistencial o docente a denunciar”, reiteró Rivero Algarra.
Pueden hacerlo en el ambulatorio y comisaría más cercana, en la Fiscalía del Ministerio Público, en los Consejos de Protección de cada municipio, en el Hospital Pediátrico y para adolescentes mayores de 14 años en la emergencia del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda.“Debemos recordar que un abusador no denunciado podrá volver a actuar en contra de otra víctima inocente. Muchas madres no denuncian por temor, porque a veces es su pareja y quien la mantiene, pero al final se conoce el mal con un embarazo no deseado o en un suicidio”, estimó Rivero.
Reiteró que ante las amenazas del abusador no se debe temer, porque será enjuiciado y condenado por el Ministerio Público.
“Hagamos ruido para que los abusos se conozcan y se detengan; y enseñemos a nuestros niños a que su cuerpo se respeta y no se toca”, precisó Rivera.
Caminata para hacer ruido
El 19 de noviembre se conmemora el Día mundial para la prevención del maltrato y abuso infantil, por este motivo el grupo de promoción social de la defensoría social, junto a médicos, psicólogos y personal que labora en el Hospital Pediátrico organizaron varias actividades.
Toda la semana realizaron conversatorios en las diferentes salas de espera de la consulta externa y hospitalización del Agustín Zubillaga.
Para este viernes 23 de noviembre, habrá una caminata de los trabajadores y personas que se quieran integrar en los alrededores del Hospital.
“Para no interrumpir el tráfico se hará por las aceras, daremos la vuelta completa al Hospital Pediátrico y Hospital Central Antonio María Pineda, con pancartas alusivas a la prevención del maltrato infantil y la denuncia oportuna”, contó Rivero.
Fotos: Archivo