LA VISTA EN LA PELOTA
Resulta que lo que dijo Maduro es un invento de la oposición. ¿Habrá la oposición convencido a Maduro de que lo dijera? También es cierto que, cuando el Vicepresidente lanzó la primera piedra, su antecesor y –no lo descarte-posible sucesor, se apuró a desmentir que se estuviera en planes de convocar a una constituyente.
Lo que hay es una consulta al pueblo, el “pueblo constituyente” en el lenguaje oficial, para el próximo Plan de la Nación, algo que ya tiene muy trabajado el Ministro Giordani, que está en el programa de gobierno presentado para la reelección. Y lo que se tiene en mente es pasar el plan por una serie de asambleas para decir que se lo está consultando y, al final, quede como quiere el grupo en el poder.
Claro, sirve la cosa de globo de ensayo para medir el clima y los vientos. Además de para transmitir que está el gobierno empezando de nuevo, algo que cada cierto tiempo hace para eludir rendir cuentas y mostrar resultados. “Constituyente” remite a 1999, cuando el gobierno era “nuevo de paquete” que diría Don Francisco.
Estamos en campaña para renovar gobernadores. El gobierno ha postulado a mucho importado y, adicionalmente, sus gobernadores tienen gestiones muy flojas. También, uno de esos candidatos ha dicho que la misión de un buen gobernador y un buen alcalde, es “desbaratar” esas gobernaciones y alcaldías. Cualquier cosa menos discutir eso, es el muy racional propósito político del gobierno.
Otra cosa es el Estado Comunal. No confundirlo con los consejos comunales, que pueden ser una vía de participación muy útil si se los libera de la manipulación política. El Estado Comunal es un nombre para disfrazar el modelo con el que quiere sustituirse al Federal y Descentralizado del artículo 4 de la Constitución, pero también para llevarse por delante el Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia, del artículo 2 constitucional.
¿Cómo lo sabemos? Fácil. En el punto Quinto de la propuesta de reforma constitucional rechazado por el pueblo en 207, se proponía modificar el artículo 16 y, por la vía de cambiar la división político territorial, crear las comunas que “…serán las células sociales del territorio y estarán conformadas por las comunidades, cada una de las cuales constituirá el núcleo territorial básico e indivisible del estado Socialista Venezolano…”
Por eso, las leyes del “Poder Comunal” antes denominado “Poder Popular” y el discurso que las acompaña, no solo contemplan aspectos de organización política, sino económica y social. Es un proceso de “estatización de la sociedad” para Feliciano Reyna de Sinergia.
HASTA EL CENTRO CARTER
La polémica estación que llaman SIE es la misma con las capta huellas que había antes de la nueva tecnología que hace que con un dispositivo de este tipo se active la máquina de votación. Es, en realidad, innecesaria y, como ya se ha comprobado, produce un cuello de botella. En la elección del 7-O generó incomodidades y suspicacias. A cierta hora fue eliminado su uso y no hubo más problema. La elección se pudo hacer sin la parada.
Al revés de la lógica, a pesar de las solicitudes, a conciencia de las resistencias que genera, y en contradicción con lo que hizo el CNE el 7-O para facilitar el flujo de votantes, la parada se mantiene por decisión mayoritaria en el CNE.
Si su propósito es asistir al elector, pues debe ser de uso voluntario, según uno la necesite o no, y no tiene por qué transmitir nada, pues su utilidad termina cuando al votante se le dice la mesa que le toca. ¿Por qué insistir en transmitir cualquier información, con identidad o sin ella al CNE? ¿Cuál es la utilidad de esa información para el Consejo? ¿Por qué el CNE necesita saber el flujo en los centros con tres mesas o más y no en las de una o dos?
Si los centros de menos de tres mesas vienen siendo aquellos donde una más alta proporción de votantes sufraga al oficialismo, y se presume que allí está el grueso de los movilizables por la maquinaria roja, ¿por qué no poner en ellos la estación?
Hasta el Centro Carter opina que el CNE está afectado por el partidismo. Es que se nota, demasiado.
Difícil de comprender como resulta esta decisión de la autoridad electoral, la normal desembocadura es la conjetura. ¿Será que lo que se busca es provocar la abstención de unos electores?¿Será que quieren que la oposición se consuma las cuatro semanas que quedan de las nueve que separaban la presidencial de las regionales en temas de operación electoral?
Parece una hipótesis digna de plantearse.
RINCÓN DE LIBROS
Beatriz Lecumberry, vasca nacida en Pamplona, Navarra en 1973, estuvo aquí como directora de France Presse para nuestro país y República Dominicana. Antes fue corresponsal en Río de Janeiro, Paris y ha viajado varias veces al Oriente Medio. Que es mucho andar para tan poca edad. Me entrevistó en una pequeña pastelería-bistró franco-marroquí cerca de mi casa, cuando trabajaba en su libro La Revolución Sentimental (Puntocero. Caracas, 2012) que he leído. Trata de lo que es obvio, y lo hace con independencia de criterio que, ojo, no es indiferencia frente a nuestra situación. Tampoco equidistancia, porque Lecumberry es demócrata de convicciones.