En el Universo no rige el tiempo. El tiempo depende del período orbital y del período rotacional. Y estas dos condiciones no rigen para el Universo en general. Fuera del Universo no hay condiciones para que exista una estrella descomunal y ponderable en torno al cual pudiese girar el Universo para que pudiera generarse el tiempo.
De modo que descartada esta suposición, nos ocuparemos del tiempo propiamente dicho. Los cuerpos ponderables conocidos como planetas, según el paradigma que nos presenta el sistema solar, deben girar en torno a una estrella para que se produzcan los períodos orbitales y rotacionales; es decir, para que orbiten en torno a una estrella, que es lo que conocemos en la Tierra como año, y para que, a su vez, roten: lo que se conoce como día. Las órbitas y las rotaciones de los planetas en el sistema solar son muy disímiles. De manera que no hay uniformidad temporal para las órbitas y para las rotaciones. Lo que temporalmente en la órbita terrestre es para nosotros un año, para Mercurio, por ejemplo, la órbita anual es de ochenta y ocho días terrestres. Y el día en Mercurio tiene una duración en días terrestres de cincuenta y ocho y fracción; de modo que la noche debe durar la mitad de ese tiempo.
En general, el tiempo es singular, cada uno de los planetas, tiene su período orbital y su período rotacional. El año marciano tiene una duración de seiscientos ochenta y siete días terrestres. Mientras que su día es, prácticamente, igual al de la Tierra. Los planetas del sistema solar son nueve. Paro en sus periodos orbitales y rotacionales hay un pluralidad que se traduce en la individualidad, porque cada planeta tiene su propio tiempo orbital y su propio tiempo rotacional; es decir, su propio año y su propio día. Urano, por ejemplo, su día dura veinte y tres horas, pero su año tiene una duración de ochenta y cuatro años terrestres. De modo que el tiempo en los cuerpos ponderables de los planetas del sistema solar son singularidades. Cada cual se rige por movimientos disímiles. De todo esto, se puede concluir, que no hay un tiempo uniforme, porque el tiempo lo rige el movimiento, y los movimientos de todos y cada uno de los planetas del sistema solar no son iguales. Desde la Tierra, el único planeta habitado por seres que piensan y razonan, es posible conocer todo los secretos que nos plantea el Universo.
Será hasta la próxima.
Carlos Mujica
@carlosmujica9w8