En la entrada de un establecimiento de servicio técnico automotriz en Quíbor se observaba un charco de sangre y un gran número de casquillos y proyectiles sin percutir, esparcidos en el suelo, en lo que inequívocamente se presentaba como otra escena de muerte violenta a manos del hampa.
La víctima, quien al llegar los efectivos de la Policía del Estado Lara ya se encontraba sin vida, tendido en el suelo al lado de un vehículo Dodge Dart color blanco y rodeado de su madre, esposa y hermanos, estaba cubierto de pies a cabeza con una sábana para evitar que la muchedumbre de curiosos observara su cuerpo mancillado por las múltiples heridas de bala.
Eran las 11:00 de la manaña de ayer, cuando los parientes de Larry José Mendoza (29) no terminaban de asimilar la terrible pérdida, sumiéndose en un llanto desesperado que en la actualidad hace eco en las ciudades y pueblos venezolanos, cuyos habitantes siguen siendo alcanzados por las terribles garras de la delincuencia.
Quince minutos después, arribaban los funcionarios del Cicpc, prestos a su labor de levantar la escena del crimen.
Fue entonces cuando se pudo conocer que el ultimado laboraba en el establecimiento frente al cual había sido sorprendido por sus asesinos, una pareja de hombres no identificados, uno de los cuales habría cometido algún error al usar su arma de fuego, pues al observar la cantidad de balas no disparadas que yacían en el lugar del hecho, los efectivos presumieron que a alguno de ellos se le habría atascado la pistola, y en el apuro de aniquilar a su víctima, habrían dejado caer un peine de municiones, aunque no hallaron suficiente evidencia física para corroborar esto.
Los mismos oficiales del cuerpo de investigaciones señalaron que en un principio se podía suponer que el fallecido se había resistido a un robo a mano armada, pero debido al número de impactos de bala en su cuerpo y a los quince casquillos que contabilizaron, no era posible descartar otros motivos.
Una vez recolectada la evidencia, se procedió a trasladar el cuerpo a la morgue del Hcamp, a la vez que los funcionarios tanto de Polilara, como del Cicpc tomaron declaraciones de los familiares presenten en el lugar, a quienes citaron en la comandancia de este cuerpo investigativo en la zona industrial de Barquisimeto.
Al momento del asesinato, el joven trabajador llevaba una franela roja, pantalones blancos y había sido despojado de sus zapatos.
Otro en Quíbor
Carlos Luis Suárez Sánchez (34), fue asesinado de múltiples disparos en la avenida Piolín, en Quíbor, a eso de las 11:40 a.m de este lunes.
Vivía en Las Veritas, de esa misma localidad.
Las autoridades presumen venganza y buscan al culpable del crimen.
Fotos: Ángel Zambrano