Pueblo y Ejército unidos contra la usurpación, tituló la Junta Patriótica, “organismo sin banderías partidistas”, su primer boletín del año del rescate de la Democracia (1958). Le siguieron las consignas: Defensa de la Constitución Ultrajada; Respeto de los Derechos Ciudadanos, Amplia amnistía y liberación de presos; Contra el atropello, persecuciones y asesinatos, la Libertad se conquista, no se mendiga.
Tal JP Marcó el inicio del derrocamiento de la dictadura castrense de Marcos Pérez Jiménez, quien como Teniente Coronel asumió el Poder por un Golpe de Estado, mediante un fraude, avalado por un acomodaticio Consejo Electoral y una espuria Asamblea Constituyente, igualmente producto de fraude. Cualquier parecido se determina en la historia.
Integraron dicha JP estimulada por la homilía del 1º de mayo 1957 del obispo de Caracas Rafael Arias Blanco: Fabricio Ojeda (URD), Guillermo García Ponce (PCV), Silvestre Bucarán, (AD) y Enrique Aristeguieta (Copei), el único sobreviviente en plena lucha contra el narco-corrupto régimen. Del sector militar coordinaron la acción el civil independiente Oscar Centeno Lusinchi y el teniente de la Aviación José Luis Fernández. No por casualidad la declaración de la Vicealmirante Carmen Meléndez, gobernadora de Lara, en la celebración de la Divina Pastora:
“Hoy como en los años anteriores la nota discordante los monseñores en sus respectivas homilías hicieron un discurso político, incitando al odio” El 1º de enero de 1958 ocurrió la rebelión militar calificada como causa de la caída de MPJ. En Maracay, principal plaza militar del país con todas las Fuerzas Armadas academicas para sustituir las improvisadas milicias, repercutió favorable alzamiento liderado por el Coronel Hugo Trejo, desde el Cuartel Urdaneta de Caracas. “Han sido vencidos los facciosos; el gobierno sigue con sus planes”, arengó. MPJ, frase repetida por el actual régimen. “El fracaso de un triunfo”, reflexionaría libro el Coronel Luis Enrique Sucre, uno de los actores.
La lucha por reconquistar la Democracia continuó y se afianzó el 21 de enero con el llamado “sin miedo a la huelga general”, en la cual la prensa no comprometida, y con una dirigencia digna, tuvo determinante acción. La Asociación Venezolana de Periodistas, génesis del Colegio Nacional, fue la única organización cuyos directivos suscribieron la Declaración de Intelectuales.
De ellos hoy en trincheras opuestas: Eleazar Díaz Rangel, vocero del régimen totalitario y Omar Pérez, por la Democracia. Así llegó 23 de enero, con la huida del General MPJ.
Huido MPJ a República Dominicana, asumió el Poder inicialmente una Junta constituida
por jefes militares. La presidió el Contralmirante Wolfgang Larrazábal, Comandante en Jefe de la Marina; y de ella formaban parte los Coroneles Roberto Casanova, Abel Romero Villate, Carlos Luis Araque y Pedro José Quevedo. En definitiva salieron los Coroneles Romero y Casanova, sustituidos poco después por los civiles Eugenio Mendoza y Blas Lamberti, de sectores económicos.
El 14 de noviembre renuncia Larrazábal a la Presidencia de la Junta para dedicarse a una campaña electoral, de apenas 14 días. Le sustituyó Edgar Sanabria, quien en corto logró un Gobierno de transición. Realizó entre otras gestiones, limpieza dentro de Administración Pública y las FAN. Aplicó plan de emergencia con que subsidio al desempleo. Legalizó partidos disueltos por la dictadura y regreso de exilados. Decretó la ocupación de los bienes de MPJ, sancionó altos funcionarios del régimen depuesto por peculado y otros delitos contra la cosa pública. Llamó a elecciones con Estatuto Electoral libre.
AL MARGEN. El Capitán Pedro Carreño pidió que Al Presidente de AN Juan Guaidó “le pongan los ganchos”; la ministra carcelera Iris Valera dijo “ya te acomodé la celda, con tu respectivo uniforme”. Pero según Nicolás Maduro es un «show mediático». ¿En qué quedamos?.
Alberto Jordán Hernández