Un recién nacido de 32 semanas de gestación murió por las quemaduras de tercer grado que provocó una incubadora artesanal en un hospital de la región boliviana de Santa Cruz.
No tenían incubadoras disponibles en el hospital por lo que decidieron hacerlas ellos mismos, pero al percatarse de lo que hacían, se dieron cuenta que las luces estaban muy fuertes.
“Yo vi su bracito que estaba quemado. El bebé lloraba fuerte”, aseguró la tía del bebe.
Al percatarse de las quemaduras, los médicos intentaron trasladarlo a centros de salud. Uno les negó la atención porque estaba lleno y en otro lugar lo recibieron, pero ya era muy tarde.
Las autoridades abrieron una investigación por presunta negligencia a los médicos del centro hospitalario.